Viernes 24 de noviembre de 2017, p. 8
El nuevo protocolo para atender la violencia política contra las mujeres limita los casos en que ocurren estas prácticas. Valida, por ejemplo, el que un dirigente partidista critique a una candidata por ser una contrincante política
y no por ser mujer.
En el documento presentado ayer menciona un ejemplo para evidenciar cuando no se ejerce violencia política por razones de género y omite decir los nombres de los involucrados, pero cita una nota periodística que sí los identifica.
Se refiere a unas declaraciones que hizo el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa, contra Josefina Vázquez Mota, ex candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura del estado de México, donde afirmó: Es una persona que un día aparece norteña y se postula como diputada por la circunscripción a la que pertenece el estado de Chihuahua. Al día siguiente se dice poblana y se postula para un cargo de elección popular por la circunscripción del estado de Puebla. Y de pronto, al día siguiente, amanece mexiquense y se le antoja gobernar el estado de México
.
Concluye que los dichos del dirigente tricolor no aludieron a estereotipos de género discriminatorios, y si bien pusieron en entredicho la legitimidad de su candidatura no tuvieron como efecto o resultado anular el reconocimiento del ejercicio de sus derechos político-electorales.
Defiende el debate de campañas
Además insiste que no se ejerció violencia y el comentario fue emitido por la dirigencia de un partido político, pero en ejercicio de la libertad de expresión y del debate propio de las campañas.
Sin embargo, omite abordar un caso que generó mayor polémica en el estado de México, el de Delfina Gómez Álvarez, quien compitió por Morena a la gubernatura.
Durante la campaña, la candidata fue calificada de títere de Andrés Manuel López Obrador
por el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, mientras el ex presidente Felipe Calderón se burló en su cuenta de Twitter de su nombre con el juego de palabras: Delfina-delfín
y Ochoa también llamó al tabasqueño, el titiritero
de Gómez Álvarez, además circularon en redes sociales varios memes ofensivos hacia ella.
En su momento, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) rechazó que dicha ex abanderada fuera víctima de violencia.
En las 165 páginas del protocolo se abordaron otros expediente para dar cuenta de cuándo hay violencia política contra las mujeres, como el de una candidata a la presidencia municipal de Mártir de Cuilapán, Guerrero, quien denunció que un grupo de hombres la intimidó, calumnió e hicieron vandalismo en contra de su persona al destruir o alterar su propaganda electoral.
Dicha guía que servirá para castigar estas prácticas –ya que aún no están tipificados como delito– fue presentado ayer bajo el auspicio del Tribunal Electoral en una ceremonia privada.