Con un halo de nostalgia por el programa Solidaridad, operado durante el sexenio salinista (1988-1994), dirigentes del Movimiento Territorial (MT) del PRI, propusieron la creación de células en colonias populares como herramienta para ganar en 2018.

Lorena Martínez, líder del MT, habló de la necesidad de recuperar los liderazgos sociales de base y volver al origen.

No crean que los hemos invitado sólo a calentar la silla, sino a ponernos la camiseta y a salir al territorio a construir la grandeza del MT, indicó a integrantes del consejo consultivo de esta organización del tricolor, fundada hace 25 años.

La tarea, acorde con los discursos de los consejeros emetistas, es revalorar a las personas con experiencia, tanto en gestión social como en operación en favor del voto para el priísmo, al recorrer las zonas urbanas.

Cuando Martínez dijo que no los llamó a la capital del país a calentar la silla nadie se ofendió; por el contrario, se escucharon aplausos de quienes proponen un nuevo modelo de operación política electoral en este partido y recuperar los cuadros con experiencia.

“No podemos seguir en la simulación… es necesario recuperar el tejido social y regresar a territorio”, resaltó el diputado José Encarnación Alfaro, también integrante del grupo crítico Alianza Generacional.

Alfaro evocó, como otros procedentes de distintas entidades, el esquema operado en el sexenio salinista que incluye el asambleísmo y la autogestión para la generación de obra pública, y que en su momento dio buenos resultados. Sí existió la tentación de crear el Partido de la Solidaridad, recordó en referencia a la estructura territorial desde la base.

La líder del MT apremió a sus compañeros a trabajar contra el tiempo, porque el proceso electoral ya está en curso. En especial, hacer que la gente vuelva al tricolor.

Si este partido político no entiende que su tarea esencial está en el territorio, que su compromiso es regresar al origen, abajo, en las colonias, en la periferia, no tiene futuro, advirtió.

Por ello, les pidió crear células en territorio, formar a líderes sociales y construir de abajo hacia arriba, por lo que la única vía, más en las entidades donde el PRI es oposición, echar mano de sudor, saliva y suela.