o se midió Luis Videgaray, el virtual vicepresidente ejecutivo de México. En el contexto institucional de una reunión con el cuerpo de diplomáticos acreditados en el país, el secretario de Relaciones Exteriores (en los hechos, el compensatorio y decisivo cerebro de Los Pinos) se volcó en elogios desmedidos a José Antonio Meade Kuribreña, su amigo personal y carta grupal para la principal candidatura priísta de 2018.

Cual si fuera un destape adelantado, o forzado, Videgaray glorificó al secretario de apellido de origen irlandés que usualmente es pronunciado como Mid. Léanse las palabras del canciller: El único mexicano, junto con Plutarco Elías Calles, que ha ocupado cuatro secretarías distintas en dos gobiernos diferentes. Conduce con gran inteligencia, disciplina y, sobre todo, patriotismo y visión de Estado la política macroeconómica de México. Bajo el liderazgo de José Antonio Meade, hoy México tiene rumbo, estabilidad y claridad en la política económica. Para nadie es un secreto que tengo mucho tiempo de conocer al secretario y soy testigo fiel, no sólo de su inteligencia notable, de su preparación y experiencia, lo soy sobre todo de sus valores. El más importante de ellos, la integridad y el patriotismo que al final de cuentas es el amor a México entre cada una de sus responsabilidades en su trayectoria ha sido el amor a México lo que lo ha distinguido (https://goo.gl/mYkeoy).

En caso de que, conforme todos los signos políticos apuntan, sea Meade el beneficiado por Peña Nieto, corresponderá a éste la ingrata marca de ser el primero de los habitantes de Los Pinos cuyo dedazo hubiese sido previamente revelado, en un acto oficial, por alguien bajo su presunta subordinación. Cierto es que Peña ha utilizado a subalternos para fijar mensajes, como hizo con el senador Emilio Gamboa Patrón, enviado semanas atrás a acotar la baraja sucesoria a cuatro cartas: Meade, Narro, Nuño y Osorio. En ese esquema, la exaltación de Meade, a unos días de la consumación del ritual priísta del dedazo, podría ser también una forma de ir calibrando el tramo final.

Otra visión, desde luego, podría ir en sentido inverso: ayer, el vicepresidente ejecutivo habría prodigado un emotivo homenaje de despedida de la candidatura presidencial para Meade, mencionado también para gobernar el Banco de México, en sustitución del oportunamente fugitivo Agustín Carstens, quien ayer recibió felicitaciones de Peña Nieto por su desempeño. ¿Enfatizar la condición estabilizadora de Meade en la economía nacional y su pericia en esos temas, fue una manera de Videgaray de perfilarlo hacia el Banco de México y no a la candidatura presidencial?

En el Senado batallaba, mientras tanto, el principal contrincante interno de ese grupo tecnocrático encabezado por Videgaray. Secretario de Gobernación, a quien desde el inicio del actual sexenio le sumaron las responsabilidades de la seguridad pública y el combate al crimen organizado, Miguel Ángel Osorio Chong está en el lado oscuro del escenario peñista: el desbordamiento de la violencia criminal, el predominio de los cárteles y de la delincuencia común y corriente, y la generalizada sensación colectiva de de-samparo son apuntadas a la cuenta del hidalguense que en términos de encuestas de opinión pública se ha mantenido como el priísta mejor posicionado, pero, en cuanto a los afectos del círculo íntimo de Peña, y, al parecer, de éste mismo, ha ido a la baja.

Mientras Videgaray canta himnos de alabanza a su amigo Meade, a Osorio Chong le toca lidiar con los datos históricos del mayor número de muertes intencionales en un mes, el pasado, y otras cifras igualmente devaluatorias del ejercicio político de Bucareli. El ex gobernador de Hidalgo apenas atinó a proponer, como si el sexenio estuviera comenzando o él estuviera tomando posesión del cargo, que se intenten nuevos modelos de combate al crimen. Reconoció que el problema es complejo y se quejó, con aire despechado, de que no se hubieran reconocido en su momento los avances conseguidos entre 2013 y 2015. De las acusaciones de negocios empresariales privilegiados por su relación con él, Osorio Chong, obviamente, negó cualquier conflicto de intereses.

A días o unas pocas semanas de que se formalice la designación del candidato priísta a relevar a Peña Nieto, los dos grupos confrontados desde el inicio del sexenio se mantienen en sus posiciones antagónicas: ¿entregará Peña la postulación al bando tecnocrático que le ha rodeado y le ha construido discurso y planes, el de Videgaray por la vía de Meade? ¿O, a fin de cuentas, Peña optará por el grupo hidalguense hasta ahora visto en segundo plano, casi descartado, con el maltrecho pero subsistente Osorio Chong?

Enrique Ochoa Reza, presidente formal del Partido Revolucionario Institucional, ha anunciado que exigirá al Instituto Nacional Electoral que sancione económicamente al partido Morena por presuntos actos adelantados de campaña, que se habrían realizado el lunes recién pasado, cuando se dio a conocer el Proyecto Alternativo de Nación que, a juicio de Ochoa Reza, es un programa de gobierno cuya presentación se debe hacer en tiempos autorizados para esos menesteres. En la cúpula priísta, es decir, en Los Pinos, han estado a la caza de oportunidades de enderezar acciones jurídicas contra Morena a cuenta de esos actos que consideran adelantados. Lo malo para el PRI-Gobierno-INE es que, con frecuencia, casi por sistema, esos intentos de justicia electoral se les revierten, victimizando al presunto infractor.

Y, mientras Miguel Ángel Mancera pelea por mejores rebanadas del pastel de candidaturas del Frente Ciudadano por México, amenazando con hacerse postular por el PRD si no se consolida el proyecto frentista, ¡hasta mañana, con Margarita Zavala empeorando, queriendo mejorar, su postura respecto a matrimonios homosexuales, al decirle en radio a Luis Cárdenas, de MVS: Comenté que yo tengo una fe religiosa y que el matrimonio es entre hombres y mujeres, pero creo que se puede encontrar una figura jurídica para ambas posturas!

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