Toluca batalló, pero cuando el partido parecía perdido, al minuto 91 Fernando Uribe consiguió el empate y al 93 Pablo Barrientos firmó la victoria 2-1 ante Morelia para adelantarse en los cuartos de final del Apertura 2017.

El duelo había resultado un verdadero esfuerzo que no culminaba en goles. Uribe había logrado amenazar a Monarcas, pero sólo quedaba en intentos fallidos. En respuesta, también por Morelia, Raúl Ruidíaz se quedaba a medio camino en sus embates.

Agotado el primer tiempo no había temperatura de liguilla en este encuentro. El descanso fue necesario para reajustar las estrategias y escuchar algunos regaños para mejorar el desempeño.

Y tardó en despegar, pero se logró gracias a la desafortunada mano de Rodrigo Salinas, cuando Gastón Lezcano quiso bajar la pelota con la cabeza y dio directo en el antebrazo del jugador escarlata, que de inmediato fue castigada con penal.

El tiro lo cobró Ruidíaz, lo midió con habilidad, engañó al portero Luis Manuel García y se lo tiró por abajo, al lado opuesto del que se lanzó para abrir el 1-0.

Los Diablos reaccionaron con dignidad y no dejaron de apretar para buscar el empate, pero no llegaba. El tiempo se agotó; el árbitro concedió algunos minutos de compensación y en ese límite casi fatal, Toluca enderezó lo que parecía ya perdido.

Primero un par de advertencias que el arquero Sebastián Sosa salvó dramáticamente. Rubens Sambueza entonces se convirtió en una pieza clave de la victoria. Al 91, filtró un pase que Fernando Uribe cruzó despacio pero efectivo y consiguió el empate 1-1. Envalentonados mientras caminaban ya por el precipicio, un córner que recibió Pablo Barrientos afuera del área se convirtió en un tiro al arco, desviado ligeramente por Emanuel Loeschbor, para el 2-1 inesperado en el partido de ida.

En el otro duelo de liguilla, Tigres logró empatar 1-1 en su visita al León, para dejar pendiente la definición el próximo sábado en Monterrey.

El juego estaba cerrado en ambos extremos. Ambos equipos amagaron, pero tardaron en conseguir verdaderas oportunidades de peligro. El primer tiempo se gastó en elaboraciones que no prosperaban.

En la segunda parte, por fin, llegó a oportunidad de los esmeraldas. Mauro Boselli, que ya había desperdiciado una en el primer tiempo, recibió un pase filtrado de Álvaro Ramos, y apenas entró al área, definió impecable al segundo poste, de manera tan prodigiosa que Nahuel Guzmán no pudo evitar que abriera el marcador.

Tigres no podía. Ni con los destellos de André-Pierre Gignac. Hasta que Jesús Dueñas cedió un balón en el lindero del área, que Eduardo Vargas disparó raso para el empate 1-1, al minuto 75.