El titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió mantener el presupuesto de los programas de combate a la violencia contra las mujeres.

Que se sienten las bases para que esta política pública perdure y se sostenga, y sean parte de una acción de gobierno que, como aquí se ha dicho, destine recursos a estos centros (de justicia para las mujeres), para que se siga beneficiando a miles de mujeres y para que pronto podamos decir un adiós definitivo a la violencia de género, dijo.

Durante la inauguración del seminario Centro de justicia para las mujeres. Éxitos y desafíos para la atención integral y la garantía del acceso a la justicia de la mujeres mexicanas, el funcionario dijo que la lucha contra el machismo nos dignifica como sociedad y nos hace más libres.

Nos quita muchas cadenas y desde luego nos acerca a la igualdad sustantiva que queremos construir; esa igualdad que se haga sentir en los hechos y no sólo en las palabras, esa que merecen todas sin importar de dónde venga o cuál sea su identidad, señaló.

Durante este sexenio, 420 mil mujeres han sido atendidas en 38 centros de justicia para las mujeres, ubicados en 26 entidades del país. La inversión para estos centros es de 300 millones de pesos. La meta para el año próximo es que al menos haya uno en cada estado.

Osorio Chong citó distintas mediciones que evidencian una baja o muy baja denuncia de casos, con el agravante del silencio. Pese a que seis de cada 10 mujeres mayores de 15 años ha padecido algún tipo de agresión, cinco de cada 10 no lo cuenta a nadie y ocho de cada 10 jamás denuncia.

Por ello, subrayó, es importante que nada ni nadie les impida construir en libertad su proyecto de vida. Por eso es tan importante que sigamos cerrando brechas y removiendo limitantes, todas las que existan, las económicas, las políticas, las sociales y culturales, porque la violencia de género nos lastima a todos, expresó.

En cinco años se ha dado un presupuesto histórico a estos programas, aseveró, porque el objetivo es atender esta problemática, reparar el daño y castigar a los responsables. A la ceremonia asistió la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson; la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, así como representantes de organismos internacionales.

La ministra hizo referencia a un enunciado del libro De armas tomar. Feministas y luchadoras sociales de la Revolución Mexicana. En el prólogo, de Mariana Pedroza, dice lo siguiente: Muchos son los nombres que se le han dado a las mujeres que, inconformes con la injusticia sistémica cometida contra su género, han manifestado su disgusto a lo largo de la historia. Las han llamado putas, brujas, histéricas, mal cogidas, poseídas, incansables, amargadas y hasta locas... y su subversión constituye una amenaza.

Son lamentables, agregó, los crímenes cometidos contra las mujeres en el país; no debemos acostumbrarnos a escuchar este tipo de noticias sin inmutarnos. No debemos hacernos indolentes, no debemos permitir que la violencia contra las mujeres sea una noticia frecuente”, advirtió.