Con un registro de 2 mil 764 asesinatos, octubre ha sido el mes más violento no sólo del sexenio en curso sino de las dos décadas recientes, cuando se inició el recuento de incidencia delictiva en el país.

En los 10 primeros meses del año el acumulado de víctimas de homicidio doloso es de 23 mil 978; la mitad de las entidades de la República tuvieron alzas en crímenes de este tipo perpetrados la mayoría con armas de fuego.

Las 2 mil 764 muertes fueron registradas, en conjunto, en 2 mil 238 averiguaciones previas o investigaciones abiertas por las procuradurías y fiscalías estatales.

La diferencia de cifras (número de averiguaciones previas y de víctimas) se explica porque en un solo expediente pueden incluirse uno o más fallecimientos.

Con el recuento anterior, 2017 se perfila como el año más violento desde 1997.

Aún falta contabilizar la incidencia delictiva de noviembre y diciembre; sin embargo, el año en curso está muy cerca del nivel de 2011, cuando se abrieron 22 mil 855 averiguaciones por asesinato intencional; en los primeros 10 meses de este año van 20 mil 878, esto es, 331 más que en todo 2016.

No se puede comparar el número de víctimas actual con el de 1997 o 2011, por ejemplo, debido a que esa clasificación, víctimas se inició en 2014.

Las cifras anteriores son compiladas –y fueron difundidas ayer– por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) de la Secretaría de Gobernación, con base en los datos que envían mensualmente autoridades locales.

Como se ha informado, será la última vez que conozcamos la compilación de esta forma, ya que en diciembre se reportarán datos recabados con base en una metodología distinta, que pone énfasis en los delitos contra las mujeres, el narcomenudeo y el aborto.

Cuando se pensaba que se había llegado a los niveles máximos (el récord anterior se dio en junio pasado, cuando fueron asesinadas 2 mil 570 personas), octubre mostró que no sólo se mantuvo la tendencia de más de 2 mil asesinatos por mes en todo el país, sino que se rebasó el récord reciente con 186 casos más, equivalentes a 198 muertos.

Las entidades que reportaron alzas en octubre, desde leves hasta exponenciales, son Baja California Sur, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, estado de México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.

Integrantes del gabinete de seguridad señalaron que la mayoría de casos corresponden al fuero común –que son responsabilidad de los estados– y que el cúmulo de crímenes se explica por la disputa de plazas entre cárteles para apropiarse de las rutas para la distribución de drogas.

Por tasa (número de episodios comparado con el tamaño de la población), la tercia mayor está integrada por Colima (75.4 casos por cada 100 mil habitantes); Guerrero (53.30) y Baja California Sur (50.50).

La tasa nacional es de 16.90 casos por cada 100 mil habitantes.

También hubo aumentos en delitos de otro tipo relacionados con robo, cometido con y sin violencia, en sus diversas clasificaciones; lesiones con arma de fuego; delitos patrimoniales, violación y amenazas.