La quinta ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) concluyó con la posibilidad de cerrar en breve seis capítulos, y considerar el rebalanceo del comercio, como quiere Estados Unidos, siempre y cuando sea para ampliarlo y que no limite la capacidad exportadora de México, señaló el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

Por su parte, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo que está preocupado por la falta de avance en las conversaciones del TLCAN, y advirtió que a menos que Canadá y México atiendan las principales demandas de Washington, las negociaciones para modernizar el acuerdo comercial no llegarán a un resultado satisfactorio.

Los capítulos que están a punto de cerrarse son el de comercio electrónico, medidas sanitarias y fitosanitarias, mejores prácticas regulatorias, el tema ambiental, el de facilitación de comercio y aduanas, el tema anticorrupción, todos tienen un grado de madurez muy alto y en cualquier momento podrían cerrarse. Depende de la voluntad política de hacerlo, y puede ocurrir antes de la siguiente ronda ministerial, explicó Guajardo en un foro de negocios convocado por ProMéxico y su similar en Francia, a falta de una conferencia final sobre la conclusión de los trabajos de la quinta ronda de revisión del TLCAN realizada en la Ciudad de México desde el viernes 17 hasta este martes 21 de noviembre.

En esta ocasión, México, Estados Unidos y Canadá no lograron cerrar ningún capítulo o tema de los 30 que discutieron durante la quinta ronda, en la cual por primera vez desde que inició el proceso de revisión hace tres meses no participaron el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo; la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en una ronda que fue destinada a los temas de carácter técnico.

Guajardo dijo que el avance no es un tema cuantitativo, sino el de empezar a centrar los grandes retos que están en los temas donde México ya hizo una contrapropuesta seria en la mesa. México no cree que una muerte súbita sea benéfica para el futuro de la inversión. El TLCAN tiene la posibilidad de que cualquiera de las partes se retire, pero no tiene bien estructurado un mecanismo de evaluación, por eso México puso en la mesa un mecanismo de valuación quinquenal. A partir de esa evaluación y de que se acuerde la metodología tomará sus decisiones.

En los trabajos participaron 700 representantes de los tres países, que concluyeron con una declaratoria trilateral de apenas tres párrafos, en los que se subraya que se lograron avances en varios capítulos y se ratificó que a mediados de diciembre continuarán los trabajos en Washington, Estados Unidos, pero sólo en reuniones intersesionales, porque la sexta ronda se llevará a cabo del 23 al 28 de enero de 2018 en Montreal, Canadá.

Por la mañana, el jefe del equipo negociador mexicano, Kenneth Smith, manifestó que en la quinta ronda México no presentó una contrapropuesta a Estados Unidos sobre las reglas de origen de la industria automotriz. Sostuvo que no hubo tensión en los trabajos, pero dejó en claro que hay ciertos conceptos inaceptables para México en la propuesta estadunidense en reglas de origen de la industria automotriz, particularmente en el contenido doméstico, en el que pretende que se eleve a 50 por ciento el contenido estadunidense. Puntualizó que México no va a responder al respecto.

Kenneth Smith detalló que en la jornada de ayer los equipos de México, Estados Unidos y Canadá continuaron trabajando en los capítulos de solución de controversias comerciales, reglas de origen y el tema agrícola.

Moisés Kalach, coordinador del cuarto de junto del sector privado, dijo que el tema de energía tendrá su propia mesa técnica, aunque aún no deciden si será un capítulo dentro del acuerdo o si se integrará a distintos capítulos.

La agencia Reuters reportó que el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, se quejó que México y Canadá no hicieron contrapropuestas a los principales planteamientos que ha hecho su país, como en la solución de controversias y las reglas de origen en la industria automotriz.

En un comunicado, dijo que hasta ahora, no hemos visto evidencia de que Canadá o México estén dispuestos a comprometerse seriamente con disposiciones que conduzcan a un acuerdo requilibrado, y agregó que espera que sus dos vecinos negocien de una manera seria, para que podamos ver un progreso significativo antes de fin de año.

Para México no sería letal la salida del TLCAN, sería un shock temporal, y el miedo sería el principal costo en un escenario así, señaló Luis Madrazo, titular de la unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al participar en el foro de negocios de ProMéxico y su similar en Francia, Medef. Agregó que en México nos hemos preparado para los escenarios adversos.

Por su parte, la agencia Fitch señaló que es altamente improbable que Canadá o México, juntos o por separado, utilicen la amenaza de alejarse como un medio para tratar de llevar a Estados Unidos hacia una posición más favorable. Es este país el que probablemente abandone el TLCAN y lo hace reclamando la victoria, indicó la agencia, y agregó que un precedente obvio es la retirada de Estados Unidos de la Asociación Transpacífico al comienzo del gobierno de Trump, algo que el presidente prometió como candidato.

Los productores lecheros, avícolas y de carne porcina son de los más afectados en los recientes años, afirmó Alejandro Ugalde Tinoco, presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro. Explicó que el alza del dólar, las elevadas importaciones, el TLCAN y los subsidios de los gobiernos canadiense y estadunidense a sus productores, son factores que han golpeado al sector primario de la economía mexicana y los pequeños productores de leche nacionales tienden a desaparecer.

La mayoría de los insumos están cotizados en dólares y la devaluación del peso en años recientes encareció los materiales para la producción de leche, dijo Ugalde Tinoco. Además, los productores nacionales no pueden competir con los subsidios que reciben sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos ni con las altas tasas de interés que cobran los bancos en el país.

Otra situación que coloca en desventaja a los pequeños productores de leche es la elevada importación del producto.