Las personas transexuales, transgénero y travestis (trans) vivimos envueltas de manera frecuente en una dinámica de violencia de género, asesinatos, discriminación laboral, social, mediática, familiar y política, pero la peor agresión que sufrimos es la que se teje en la Cámara de Diputados, y la que también se inserta en órganos gubernamentales, advirtió Diana Sánchez Barrios, dirigente de la asociación civil Pro Diana.

Refirió que en México, donde en los años recientes se han cometido 30 crímenes contra esa comunidad, es inaceptable permitir insultos tan infames como los proferidos por legisladoras del PRI. “Puto es la última palabra que escuchan las personas trans cuando son asesinadas”, advirtió.

Rocío Ivonne Verdugo, del programa especial de VIH de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, expresó que de 2010 a la fecha recibieron 60 quejas de la comunidad trans, principalmente relacionadas con el sector salud, seguidas por la omisión vinculada a centros penitenciarios y agencias ministeriales.

Agresiones hasta la muerte

Sánchez Barrios recordó que hace unos días mujeres priístas en la Ciudad de México, en el Congreso de la Unión llamaron putos a legisladores de Morena e hicieron una seña que está prohibida en nuestro país. “No entienden y no saben que la palabra puto ha dañado mucho a la diversidad sexual.

“Las últimas palabras que las personas de la comunidad LGBTTTI escuchan antes de ser asesinadas son: ‘por puto’. Es por eso que no lo podemos permitir y menos dentro de este Congreso, que no legisla en favor, si no es por las acciones de los partidos de izquierda que han dado un amplio reconocimiento a la diversidad sexual; pero el PRI, no, al contrario, ese partido ha golpeteado mucho a la diversidad sexual en esta cámara y no ha permitido leyes y reformas que nos favorezcan”.

Al inaugurar el tercer Encuentro internacional trans 2017, dijo que a pesar de que hay países y estados a escala internacional que se han comprometido con este este sector de la población como la CDMX, Nayarit, Michoacán, así como Argentina, Perú, Inglaterra y España –que han firmado tratados internacionales a fin de visibilizar y generar un bien social para cada uno de sus gobernados– en 98 por ciento de las naciones del mundo no es así.

“Esto genera la invisibilización de las mujeres y hombres trans.” Al respecto agregó que aún falta mucho para reconocer sus derechos. “Hay un resistencia terrible de las entidades. Está pendiente el tema de salud para toda la diversidad, empelo, matrimonio, e identidad de género. Es terrible que a dos kilómetros de la CDMX, en el estado de México, no exista una política pública en favor de la diversidad sexual, las personas trans no tengan identidad de género, que las violenten, discriminen, asesinen.

“Es tiempo de quitar ese estigma y discriminación contra las personas trans; hemos sido objeto de la idea retrógrada de que nada más servimos para cortar el cabello, para el quehacer del hogar, desempeñar un trabajo no valorado y mal pagado, para el cuidado de nuestros padres al envejecer y para el trabajo sexual, esta idea tiene que cambiar.