El próximo sábado se abrirán de manera simultánea, en dos galerías de Polanco, las exposiciones de dos artistas del llamado movimiento de la Ruptura.

Abecedario, de Vicente Rojo (1932), y Presencia continua, de Fernando García Ponce (1933-1987), se alojarán en las galerías López Quiroga y Juan Martín, respectivamente.

Abecedario es una muestra muy esperada, debido a que la López Quiroga hubiera querido realizarla en torno al cumpleaños 85 de Rojo celebrado el pasado 15 de marzo. La exhibición comprende unas 100 obras, entre pintura, escultura, grabado, libro y autorretratos, este último un tema novedoso en la producción del artista.

Aunque Rojo no es muy proclive a retratarse, Ramón López Quiroga ha dicho que es un autorretrato muy a su manera, en el que se incorpora una serie de elementos, dentro de la línea del geometrismo, que han acompañado a Vicente toda su vida: los lápices, los tubos de óleos vacíos, las reglas, los transportadores, las escuadras, los soldaditos de plomo y los aviones, las esferas, los compases, pero tratados de una forma muy suelta y espontánea (La Jornada, 15/3/17).

Libro de letras, grabados de Rojo y textos de Alberto Ruy Sánchez

Abecedario, de Vicente Rojo, comprende un gran autorretrato, el cuadro de mayores dimensiones de la exposición, y 13 pequeños. Su obra personal (medio centenar de piezas) está concentrada en la planta baja, mientras la del segundo nivel tiene que ver con la literatura y lo que ha hecho para ilustrar libros. También se mostrará Libro de letras, trabajo con 20 grabados de Rojo y textos de Alberto Ruy Sánchez.

Al respecto Ruy Sánchez escribió: “Con sus renglones tendidos sosteniendo cada letra, una página es una jaula de oro de pájaros que gorjean. Hay letras de plumas finas, de colores indescriptibles, que al despegar las alas ostentan un secreto carnaval, una canasta de frutas y una primavera plena. Aunque las más socorridas, por donde sea que las vean lucen simple y bellamente muy negras. Hay otras refociladas, que aquí se llaman negritas, son como pájaros gordos muy callados que se saben expresivos, enfáticos, casi subrayados.

“Las aves cursivas hablan otras lenguas mientras las versales se paran de puntas. Las versalitas, de puntitas. Son aves capitulares las que caben mal en la jaula y se quedan apretadas, llamativas, en la orilla. Hay letras en pruebas finas, esas ramas quebradizas donde, libres de ser perfectas comen, pelean, se equivocan y se corrigen, se cortejan, picotean, se montan, se dan la espalda, son dulces un instante y al siguiente muy agresivas.

Hay letras que sólo cantan mientras no vuelan. Y otras que no paran noche y día. Las letras al lado de mi cama son de esas que, al caer la noche, antes de meterse al árbol donde sueño que duermen, cantan sus despedidas. Otra vez, con insistencia, al amanecer piden agua, se cuentan sueños, vuelven a nacer y aprender a volar. Son las letras de mi ventana que luego, dentro de mí, siguen diciéndome en silencio sus cosas más atrevidas, sus dudas, que ya son mías.

Collages prestados por la Fundación García Ponce

La muestra Presencia continua, de Juan García Ponce, la cual reúne 19 collages, creados por el artista entre los años 70 y 80 del siglo pasado, en la Galería Juan Martín, es posible gracias a un préstamo de la Fundación García Ponce.

Para los fines de esa exposición, la galería dirigida por Malú Block y Graciela Toledo retoma un extracto de un artículo de Jorge Alberto Manrique (1936-2016), publicado en el libro Fernando García Ponce, de María Llüisa Borràs.

Con el título Una ecuación que se resuelve en sí misma, el crítico de arte escribió:

Dos, tres colores, las más de las veces no matizados, sino dejados en toda la fuerza de su vibración; mucho blanco; también negro; ejes ortogonales ligeramente desviados, a veces alguna diagonal se señala apenas. Texturas gruesas, fuertes. Con esos pocos elementos básicos Fernando García Ponce es capaz de levantar una obra sugerente e importante. La combinación de esas pocas, simples cosas, hecha fatigosa y tenazmente, se resuelve en un mundo pictórico personal, sostenido y rico.

(La Galería López Quiroga se ubica en Aristóteles 169 y la Juan Martín en Dickens 33-B, ambas en Polanco.)