La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) entregó a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina los dictámenes que le fueron solicitados, entre ellos el del colegio Enrique Rébsamen, de algunos de los 38 inmuebles que colapsaron por los sismos de septiembre.

Su titular, Miguel Ángel Cancino, señaló que su sistema de información geográfica es muy completo y les permite contar con dictámenes espacio-temporales, mediante los cuales se identifica el proceso de construcción de un inmueble determinado.

Dichos documentos han sido aportados a la PGJ, encargada de integrar la información de las diversas autoridades y fincar responsabilidades contra los desarrolladores que incumplieron la norma, en el caso de inmuebles nuevos.

Entrevistado en la segunda sesión ordinaria de la consulta pública Rumbo al Censo 2020, explicó que del colegio Rébsamen tenían una denuncia por ruido, pero ningún expediente vinculado con uso de suelo o construcción.

Tras el sismo, nos metimos a hacer una investigación del caso, en coadyuvancia con el Ministerio Público, y estamos armando fichas técnicas de los 38 edificios que colapsaron y todos los que son relevantes, para darlos a conocer y explicar qué ocurrió.

Identificar puntos sensibles

El sistema de información geográfica permitirá identificar zonas impactadas con relación a los sismos de los años 50, cuando cayó el Ángel de la Independencia; 70, cuando se dañó la Universidad Iberoamericana, y de 1985, para identificar el tipo de medidas a adoptar en los puntos más sensibles de la capital del país.

Por ello, es importante que las ocho delegaciones donde resultaron dañados o colapsados edificios entreguen los planos estructurales para agilizar el trabajo que realiza los peritos en ingeniería forense de la PGJ y avanzar en la reconstrucción de la ciudad.