Una veintena de países, México entre ellos, forman parte de la industria del turismo médico que al año genera entre 50 mil y 70 mil millones de dólares. Es un sector en constante crecimiento y en el caso de nuestro país, lo que empezó a mediados del siglo pasado con una oferta de servicios dentales en la frontera nor- te, en la actualidad tiene presencia en 12 entidades.

Se trata de un mercado que en 2017 puede alcanzar un valor de 6 mil millones de dólares, según previsiones de Euromonitor, referidas por el gobierno federal. Afirma, incluso, que en sólo una década, los ingresos por este rubro se triplicaron, pues pasaron de mil 544 millones de dólares en 2006, a 4 mil 798 millones de dólares en 2016.

Jorge Amaya, jefe del diplomado en Turismo de Salud de la Universidad La Salle, advirtió que México tiene un gran potencial en este sector, pero faltan estadísticas nacionales, reglas que se cumplan, así como garantía y promoción de la calidad de los servicios que los médicos y hospitales mexicanos pueden ofrecer.

En entrevista, el experto comentó que el auge del turismo médico se origina por la necesidad de las personas de conseguir alternativas seguras y eficaces para combatir enfermedades. Así se colocó la ciudad estadunidense de Houston. A escala mun- dial se le reconoce como un lugar con prestadores de servicios médicos de alta especialidad. Ya es una marca reconocida.

El sector creció con la apertura de fronteras, la globalización y en nuestro caso, a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Para obtener el mejor provecho de este sector es indispensable que en el mundo nos conozcan como una solución confiable en salud.

Entre otros, señaló Amaya, México debe aspirar a tener su marca propia, lo que facilitaría aprovechar el potencial en este sector. Debido a la vecindad con Estados Unidos y las condiciones de sus servicios de salud, 80 por ciento de los pacientes extranjeros proviene de ese país.

Dijo el especialista: “Vienen por tratamientos odontológicos, ortopédicos, oftalmológicos, cosméticos y cirugías bariátricas (para bajar de peso), principalmente. También en la mayoría de los casos, el atractivo para cruzar la frontera tiene que ver con el costo. Aquí es más barato, pero debería promoverse la calidad de los profesionales de la salud que hay en el país, el acceso a tecnología de vanguardia e indicadores de resultados.

Comentó que la oferta de servicios médicos de Singapur –uno de los países con turismo médico– incluye garantías de 10 a 15 años en sus cirugías, por ejemplo. En México se podrían vender la calidad de los servicios, la seguridad y respeto de los derechos de los pacientes.

De hecho, dijo Amaya, habría que indagar y documentar la experiencia de los pacientes que ya se han atendido en territorio nacional, a fin de corroborar que entre sus motivos de satisfacción está el buen trato que reciben de los médicos, lo que no existe en todos los países.

En cualquier caso el reto es importante, porque la competencia en turismo médico está creciendo y en la siguiente década México debería mantenerse en los primeros lugares de ese mercado, refirió el catedrático.

De acuerdo con información de la Secretaría de Turismo, en 2016 vinieron a nuestro país más de un millón de pacientes extranjeros y por el monto de los ingresos, estamos en el segundo lugar sólo por debajo de Estados Unidos. Otras naciones que participan de esta industria son España e Inglaterra; de Asia: Tailandia, Sinpagur, India y Malasia; de América también están Canadá, Colombia, Costa Rica, Brasil, Argentina, Chile, Cuba y Puerto Rico.

En México, los estados con la oferta más relevante de atención médica para extranjeros son: Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Quintana Roo, Yucatán, Ciudad de México, San Luis Potosí, Puebla y Baja California Sur.