El nuevo vestíbulo del museo y zona arqueológica del Templo Mayor, que ayer fue inaugurado, servirá de espacio introductorio a ese sitio.

En ese acto, inscrito en la celebración por 40 años del Proyecto Templo Mayor y 30 de la creación del emblemático museo, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma se refirió a los innumerables trabajos que durante cuatro décadas se han desarrollado en torno a ese recinto mexica, e hizo un llamado a su preservación.

Los informes producto de esas investigaciones y de muchas otras se encuentran depositados en el Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, por lo que es necesario proteger y resguardar esos documentos que son parte sustancial de nuestro propio devenir, ante el embate de agentes naturales como los recientemente ocurridos (el sismo del 19 de septiembre), y que provocaron muchas muertes y afectaron más de mil 800 monumentos de la antigüedad, dijo el investigador.

“A lo largo de este tiempo y gracias a la continuidad del área de investigación se han publicado alrededor de mil 200 fichas bibliográficas, que van desde una reseña hasta libros científicos, artículos, guías, catálogos y una buena cantidad de tesis de licenciatura.

Un sinnúmero de conferencias se han dado por los diferentes investigadores dentro de ciclos, congresos, mesas redondas y coloquios, con lo cual se ha logrado difundir de manera amplia los estudios realizados, tanto en el país como en el extranjero. Es necesario proteger y resguardar esos informes.

El nuevo vestíbulo del museo y zona arqueológica del Templo Mayor, se dijo, se ha implementado con la finalidad de facilitar el acceso a esos sitios.

Ahora el visitante se hallará no sólo frente a las ruinas del templo que representan la visión dual sobre el cosmos y el poder del imperio mexica, sino también podrá apreciar diversos hallazgos, resultado de las recientes excavaciones, estudios y labores de construcción del nuevo acceso.

Exposición conmemorativa

De igual manera se inauguró dentro del museo la exposición Revolución y estabilidad, que reúne unas 100 piezas representativas, divididas en 10 módulos, para conmemorar 40 años del proyecto arqueológico Templo Mayor (que se cumplen en 2018); y 30 de la creación de ese espacio museístico.

En ese acto estuvieron presentes María Cristina García Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura federal, Diego Prieto, director del Instituto Nacional del Antropología e Historia (INAH), Patricia Ledezma, directora del museo y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dijo que el Templo Mayor es un símbolo que nos anima a seguir en la labor de significación y reconstrucción de la Ciudad de México.

Explicó que para la rehabilitación del Centro Histórico, el gobierno capitalino ha trabajado de manera coordinada con la Secretaría de Cultura federal de forma muy productiva, toda vez que ese espacio prehispánico nos debe llenar de orgullo y motivación para la labor de reconstrucción.

Mancera Espinosa informó que ya se está trabajando en la iluminación (nocturna) del Templo Mayor.

Al respecto y en charla con los medios, Matos Moctezuma dijo que desde hace 30 años, durante la visita de los reyes de España se iluminó el sitio, es decir, se tiene todo un cableado.

“Sin embargo, ahora se trata de utilizar nuevas tecnologías, con las que colaborará el Gobierno de la Ciudad de México.

“Pensamos –prosiguió el arqueólogo– que ello va a ser formidable. Desde luego se han tomado las medidas adecuadas, como se hizo en aquel entonces, para que la zona arqueológica luzca, pero también que no sea afectada, pues se requiere de un tipo especial de luz.

Eso será otra alternativa para que se puedan realizar visitas nocturnas, añadió. Todavía no se sabe cuándo se concluya el proyecto porque se encuentra en manos del gobierno de la ciudad.

Plaza Manuel Gamio

En un recorrido por el nuevo vestíbulo, de 50 por 24 metros, con profundidad variable de cinco a siete metros, además de contar con cuatro taquillas, el visitante podrá apreciar decenas de piezas, como los restos de un árbol sagrado, así como una sección del Cuauhxicalco, lugar del recipiente águila, estructura prehispánica circular de unos 17 metros de diámetro, decorada con esculturas en forma de serpiente y cuya escalinata está del lado poniente. Esta plataforma se relaciona con ceremonias del fuego y las exequias de dignatarios mexicas; pertenece al mandato de Moctezuma Ilhuicamina, entre 1440 y 1469.

La exposición Revolución y estabilidad se divide en 10 módulos, en los que se exponen unas 100 piezas representativas de los hallazgos y estudios durante 40 años. Entre los temas destacan La muerte en los rituales mexicas, Proceso de estudio del ADN en el Templo Mayor, Flora y fauna en las ofrendas y Reliquias, estilos y trofeos de guerra.

El nuevo acceso se inauguró junto con la plaza Manuel Gamio, la cual se denominó así en memoria a la labor de ese reconocido arqueólogo, donde se pueden encontrar maquetas didácticas del Templo Mayor.