Al margen de la situación de inmuebles dañados por el sismo, el gobierno capitalino reportó 32 construcciones que violentaron programas delegacionales al rebasar el número de niveles permitidos y a las que se impuso sanción de demolición por conducto de la Contraloría General local.

El informe que esta dependencia entregó a la Asamblea Legislativa (ALDF), como parte de la glosa del quinto Informe de gobierno, refiere que derivado de las acciones de vigilancia al desarrollo urbano y cumplimiento de la norma, la primera demolición se realizó el 2 de junio en una edificación de la delegación Coyoacán, el número 49 de la Calle 1 en la colonia Espartaco, en la que se dispuso el derribo de dos niveles.

La cifra es, sin embargo, menor a la que reportó hace tres meses la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de alrededor de un centenar de desarrollos inmobiliarios denunciados con sobrepase de los niveles de construcción permitidos que ameritan demolición.

El informe de la Contraloría señala que para detectar casos urgentes en los que se pueda intervenir y realizar las demoliciones se estableció un trabajo interinstitucional con las secretarías de Gobierno, Desarrollo Urbano y Vivienda, Obras y Servicios, así como el Instituto de Verificación Administrativa, las delegaciones y la PAOT.

Hasta antes de la emergencia, dicho grupo interinstitucional había intervenido en cinco inmuebles: Frambuesa 106, de la colonia Nueva Santa María, en Azcapotzalco; Bondojito 328, de la colonia Hidalgo, en Álvaro Obregón; Genaro García 253, de Jardín Balbuena, en Venustiano Carranza, y Mérida 169, de la colonia Roma, en Cuauhtémoc, además del de Coyoacán.

La Contraloría señala en su informe que las otras 27 edificaciones sancionadas con demolición están en las delegaciones Benito Juárez, Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A.Madero y Tlalpan, así como en las cinco en las que ya se realizaron intervenciones.

La PAOT refirió en tanto que del centenar de denuncias recibidas, algunos casos presentan complicaciones para ser demolidos por ser pisos ya ocupados por quienes los adquirieron de buena fe y en otros los desarrolladores recurren a amparos. Reportó también un caso en Cuauhtémoc y dos en Miguel Hidalgo, donde las inmobiliarias dispusieron demoler ellas mismas los niveles excedidos.