La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) publicó su informe mensual sobre el comportamiento de la economía a octubre pasado, en el que señaló que el ingreso promedio real de los trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es de 10 mil 221 pesos al mes –poco más de 5 mil quincenales–, cifra que en términos reales tuvo una pérdida de poder adquisitivo de 1.8 por ciento respecto del año pasado.

Indica que sólo dos de los nueve sectores de la actividad económica mostraron comportamientos positivos en materia salarial de un año a otro, y que las remuneraciones reales mostraron disminuciones en todo tipo de empresas, desde grandes hasta pequeñas.

Mostraron comportamientos positivos en el salario real de los trabajadores sectores como agricultura y ganadería, así como la industria de la transformación.

Los sectores que acusaron los descensos más pronunciados en el ingreso promedio fueron las industrias extractivas con menos 4.1 por ciento de poder de compra; los servicios en menos 3.3; el transporte y comunicaciones, la industria eléctrica y el suministro de agua potable con 3.2 por ciento.

El análisis indicó, a agosto de 2017, las entidades que registraron en promedio los salarios nominales más altos, entre ellas: Ciudad de México, con 421 pesos; Campeche, 387; Querétaro, 373.76; Nuevo León, 370, y Veracruz, 346 pesos.

“Las entidades en las que se reportaron menores salarios nominales diarios fueron Quintana Roo con 247 pesos en promedio; Sinaloa, 250; Durango, 263; Nayarit, 264; Oaxaca 270.52, y Guerrero, 275.31 pesos en promedio.

En otro apartado, el informe se refiere a la afectación económica que generaron los sismos de septiembre pasado y resaltó que tuvieron un impacto negativo no tan importante en la economía y que se calcula en 2 mil 500 millones de dólares en pérdidas materiales, que significa 0.3 por ciento del producto interno bruto y que son significativamente inferiores a las causadas por el terremoto de 1985.

Planteó que más allá de las pérdidas económicas causadas por este desastre natural, los efectos palpables son limitados, no provocarán un cambio importante en las tasas de crecimiento económico; no dañaron la capacidad productiva de la economía.

La Conasami puntualizó que prevé un repunte en la economía, por el impulso al sector de la edificación y por las reconstrucciones en diversas entidades, así como el mayor gasto público y privado en los meses siguientes debido a las donaciones.

Sostuvo que el gobierno incluso obtendrá 150 millones de dólares de un seguro contra catástrofes suscrito con el Banco Mundial a inicios de este año, y habrá más fondos provenientes de donaciones privadas.

Expuso que no se espera para el próximo año una política fiscal más flexible; ni prevé cambios en el nivel general de los precio, por lo que la inflación se mantendrá equilibrada, todo lo que se tomará en cuenta en el análisis de incremento salarial que llevan a cabo los factores de la producción.