José María Sánchez-Verdú es autor de la partitura que acompaña a la película de Murnau
Es una gran cantata dramática de 92 minutos
, define el compositor español
La escribió hace 14 años
La proyección de la película de 1922 se inscribe en los festejos por el Día de Muertos
Jueves 2 de noviembre de 2017, p. 5
Una gran cantata dramática de 92 minutos
es como el compositor español José María Sánchez-Verdú define a la partitura que escribió hace 14 años para Nosferatu, una sinfonía del horror (1922), película muda del alemán Friedrich Wilhelm Murnau, que este sábado será proyectada y musicalizada en vivo en las áreas verdes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), como parte de las festividades por el Día de Muertos.
Para la ocasión Sánchez-Verdú dirigirá a la Orquesta Escuela Carlos Chávez y el grupo coral femenino con integrantes del Coro Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical.
También participará el español Iñaki Alberdi, con su acordeón, pues este instrumento en la partitura se asocia con el vampiro Nosferatu. Knock, el discípulo del monstruo, es encarnado por el fagot, mientras la desafortunada Ellen está ligada al oboe, y su marido, Hutter, al violonchelo.
Ricardo Calderón, director general del Cenart, anunció ayer en rueda de prensa que se dispondrá de mil 700 sillas. Desde las 17 horas se entregarán contraseñas en las áreas verdes, del lado el auditorio Blas Galindo y de Cinemex. La función será a las 19 horas.
Se trata de una versión restaurada del icónico filme, el primero relacionado con la historia original de Bram Stoker: Drácula. Desafortunadamente, de la música original que Hans Erdmann compuso para la cinta, sólo se conservan 18 o 20 minutos. Sánchez-Verdú recibió el encargo de escribir una nueva partitura del Teatro de la Zarzuela. Esa obra lleva 20 representaciones en varias partes del mundo.
Al hablar de esa obra maestra del expresionismo alemán
, el compositor explicó que lo más maravilloso es reunir una serie de elementos interdisciplinarios porque la película está llena de recursos de la pintura romántica, ocultistas y de la cábala. Son elementos relacionados con otras formas de pensamiento. Todo esto unido a la música escrita en 2003.
El compositor, quien colaboró con Carlos Fuentes medio año antes de la muerte del escritor mxicano, se refirió a la historia de la película. “Se destruyeron casi todos los negativos por una resolución judicial, porque no habían pedido los derechos de la novela. A posteriori se ha ido recuperando el filme mediante negativos perdidos”. Hay versiones de Nosferatu, añadió, que tienen imágenes que ni siquiera rodó Murnau.
Para escribir la partitura, Sánchez-Verdú utilizó varios fragmentos de la música original, como un palimpsesto. Los empleo en varios momentos, aunque casi no se sienten. No es música tradicional, pues no busco redundar en lo que hace el cine de Hollywood. No son clichés cinematográficos. Es música actual, la que hago, sin embargo está muy encadenada con el mundo de la dramaturgia y la sicología de los personajes a lo largo de ese viaje tremendo que se desarrolla durante la película
.
Luego, no es una cinta hecha en blanco y negro, sino a color. No obstante que fue filmada bajo la luz del sol, como se acostumbraba entonces, y Murnau por la noche tintaba los negativos. Los colores utilizados van unidos con las notas musicales. De allí que la música está vinculada no sólo a la sicología de los personajes y la dramaturgia, sino a la sinestesia. Tienen su representación en en el arte sonoro. Mi ideal es que la música no se note y cuando acabe la proyección el espectador piense que sí había música, sin embargo siempre iba de la mano de esos colores y estados de ánimo”.
El acordeonista Alberdi también ofrecerá un recital, acompañado del contratenor mexicano Rubén Berroeta, el domingo 5, a las 13 horas, en el Teatro de las Artes del Cenart (Churubusco, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club). La entrada es libre.