El proceso de designación del rector de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), detenido desde julio, será repuesto en su totalidad.

El Colegio Académico de la UAM –el organismo colegiado de representación más importante de la universidad– decidió la madrugada de ayer que el procedimiento deberá ser reiniciado luego de que se pusiera en duda su legalidad.

A principios de julio, el académico Romualdo López Zárate terminó su periodo como rector en la unidad Azcapotzalco sin que estuviera seleccionado su relevo. La Junta de Gobierno de la universidad –que nombra a los rectores– objetó el 16 de junio la terna de candidatos al puesto que le propuso el entonces rector de la UAM Salvador Vega y León.

La junta consideró que había irregularidades en la selección de candidaturas a la rectoría de Azcapotzalco y pidió al Colegio Académico resolver la cuestión.

De acuerdo con un comunicado de la junta, el problema comenzó cuando el Consejo Académico de la UAM Azcapotzalco no cumplió con los términos de la convocatoria para integrar una lista de al menos cinco aspirantes a la rectoría que fue presentada a Vega, quien de ahí escogió la terna que luego fue objetada.

Específicamente, en la sesión convocada para integrar la quinteta, el colegio sólo pudo escoger a cuatro candidatos y tuvo que convocar a otra reunión en la que, de acuerdo con la junta, se eligió al quinto aspirante, pero modificando las reglas impuestas para la votación.

En tanto, el Consejo de Azcapotzalco ha indicado que modificó las reglas de la votación con asesoría de la oficina del Abogado General de la UAM.

Este conflicto fue largamente cuestionado por el Colegio Académico. Y ahí también se planteó la posibilidad de que fuera la junta y no el consejo la que no respetó las normas.

De acuerdo con algunos universitarios, la junta no respetó sus facultades, pues objetó la terna luego de haberla aceptado, lo que contraviene las normas. Y, además, uno de sus miembros, José Luis Valdés Ugalde, hizo una consulta a un bufete externo a la UAM para sustentar la objeción de la junta, lo que para algunos significó pasar por encima de las atribuciones de la oficina del Abogado General de la UAM y quizá de la autonomía universitaria.

El Colegio Académico decidió que para preservar los valores y principios superiores de la institución, como son los de legalidad, legitimidad y certeza en el desarrollo de los procesos de designación de los rectores, es necesario reponer el procedimiento de Azcapotzalco en su totalidad. Esto significa que se hará una nueva convocatoria para escoger candidatos y que el puesto estará vacante por un tiempo más.