a delegación Cuauhtémoc es la demarcación con mayor número de espacios culturales no sólo de Ciudad de México, sino muy posiblemente de todo el país. De ahí la importancia de la vida cultural que genera esta dependencia, que cuenta con 10 casas de cultura en las que se realizan muy diversas actividades (a pesar de sus limitados presupuestos). En especial resulta muy relevante el lanzamiento de la colección editorial Tintas del corazón, cuyos primeros cuatro títulos han salido ya de la imprenta. El pasado domingo se presentaron, con la presencia del delegado Ricardo Monreal, dos de estas propuestas literarias: la antología Poetas del asfalto, coordinada por quien esto escribe, y la redición de Pan de muerto, selección de relatos antologados por Antonio Calera-Grobet, dentro de la pasada Feria Internacional del Libro del Zócalo. Los otros dos títulos son Roma-Condesa, de Édgar Tavarez López, y Muros en conflicto, de Ana María Torres Arroyo. La iniciativa para la publicación de esta colección (cuyos tirajes tendrán distribución gratuita) fue de Alejandra Sánchez, entusiasta directora de cultura de la mencionada delegación.

Publicaciones alternativas en la FIL del Zócalo

A pesar de las complicaciones logísticas derivadas del terremoto del 19 de septiembre, la Feria Internacional del Libro del Zócalo fluyó sin contratiempos, con decenas de actividades que culminaron el pasado domingo. Cabe destacar la presencia de medio centenar de publicaciones independientes que sobreviven ante un panorama editorial cada vez más controlado por las grandes empresas. Para estar en el Zócalo existen muy generosos descuentos para los marginales de siempre. Resulta estimulante ver sellos de verdaderos héroes, como La cuadrilla de la langosta (que llega a su 20 aniversario), Verso destierro, Los bastardos de la uva, Resistencia, Femenino ediciones, Sangre y cenizas, Libros sampleados, Mantarraya ediciones, Ediciones sin nombre, Vodevil, Taller Ditoria y, desde luego, Generación, por mencionar algunas. Felicidades a todo el equipo que hizo posible esta concurrida feria netamente chilanga e incluyente.

Otras novedades editoriales recientes

Antes de que pase más tiempo, vale la pena mencionar algunos libros publicados recientemente: El diseñador, fotógrafo y ahora narrador René Velázquez de León publicó hace un par de meses un bello libro Altar Tacuba, en cuya portada en tonos grises y papel importado se advierte la fotografía de un viejo edificio de Azcapotzalco; se trata de una selección de fotos captadas en la zona de Tacuba, donde vive el autor; también hay relatos y poemas. El prólogo lo escribe Guillermo Fadanelli, quien anota: “René Velázquez de León, amante de las manifestaciones visuales menos convencionales, tiene los sentidos afilados y la fortaleza suficiente para asimilar los golpes de la continuada batalla urbana y mostrarnos sus efectos. Su atinada, desinteresada y envidiable coherencia a la hora de ser partícipe de proyectos editoriales y a contracorriente como Nitro, Moho, Producciones El salario del miedo, A sangre fría, Épica contracultural y otros más, sucedidos todos ellos a lo largo de casi tres décadas, lo proveen de las raíces y de los méritos suficientes para publicar ahora su libro Altar Tacuba”. El cuidado de la edición estuvo a cargo de Producciones Salario del Miedo.

El trabajo diario, de Carlos Jaurena

También es responsabilidad de Producciones Salario del Miedo (Bibiana Camacho, JM Servín y Kato), otro muy bien cuidado libro publicado este año: El trabajo diario, que a manera de bitácora nos ofrece un recorrido por las distintas etapas creativas de este experimentado artista, que ha incursionado lo mismo en el underground más radical y perverso, hasta la administración pública (fue director de Ex Teresa Arte Actual, entre otros cargos en la administración cultural). Es el mismo Jaurena quien cuenta en este libro, generoso en la cantidad de reproducciones plásticas, su biografía. También escriben Beatriz Garduño, Guillermo Fadanelli, Juan Rafael Coronel Rivera y JM Servín.

Drogadictos y Diccionario del perfecto noctámbulo

Durante la Feria del Zócalo convivimos un par de ocasiones hasta la madrugada con el aguerrido grupo de editores madrileños que ocuparon un stand. Entre ellos, José María de la Quintana, intenso y atrevido director de Amargord (En Facebook: Amargord ediciones), sello editorial que ha publicado ya más de 70 títulos sobre cultura de las drogas y la vida nocturna madrileña, además de una buena colección de poesía en la que han sido incluidos un puñado de autores mexicanos. Tengo frente a mí el Diccionario del perfecto noctámbulo, divertido anecdotario de correrías por Malasaña y Lavapies, escrito por el mismo José María. Entre muchos otros títulos, difíciles de conseguir en México, me compré el compendio de textos bajo el título de Drogadictos, de la editorial Demipage (www.demipage.com), en el cual 12 autores escriben sus experiencias de consumir igual número de sustancias que alteran la conciencia, desde el opio, la morfina, la mota, el MDMA, la base y otras delicadezas; al escritor mexicano Carlos Velázquez le tocó escribir de cocaína, ¿por qué será? Así, las novedades de la contracultura editorial.