Las autoridades capitalinas han entregado al capital privado el manejo de la ciudad, lo que aunado a los efectos del cambio climático y fenómenos naturales, que han afectado las redes de servicios de agua, luz, gas y sistemas de comunicaciones, tienen colapsada a la ciudad, afirmó Andrés Barreda, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En la mesa de debate La Ciudad de México y la catástrofe actual: inmobiliarias, movilidad y escasez de agua, organizada por Casa Lamm y La Jornada, el especialista en economía aseguró que en el manejo de esta ciudad el interés general y público no importa, sino que ha ocurrido un desvío del poder urbano y una política de privilegios hacia el sector empresarial.

El colaborador de esta casa editorial explicó que la Ciudad de México no sólo es la cuarta más grande del mundo, sino que por su atractivo de negocios es la octava metrópoli más atractiva del planeta, y por ello se ha convertido en uno de los espacios de urbanización más agresivos a escala global.

Añadió que con la consigna de que la capital del país se extendiera cada vez más para hacerla rentable, se han acumulado por décadas las omisiones de las autoridades y profesionistas involucrados en la materia.

Debían de haber corregido las normas existentes conforme pasaron los sismos, pero no fue así. Los movimientos telúricos recientes lo único que hicieron fue adelantarnos lo que va a ir ocurriendo año con año, porque la ciudad ya es inviable. Es un problema estructural, sostuvo.

Eso es la crisis que estamos afrontando, apuntó.

El activista Jaime Rello coincidió en que la catástrofe no son los sismos, sino que sólo descubrieron la situación de la ciudad que se vive desde hace tiempo.

El desarrollo urbano de la ciudad está definido por el capital inmobiliario, que lo destruye todo; no es definido por las autoridades.

Detalló que con los sismos ocurridos en septiembre se ha acelerado la expulsión de los pobres del centro de la ciudad hacia otros puntos, ahora con la justificación del riesgo de las edificaciones, cuando en algunos casos, dijo, lo que se busca es desalojar los predios porque tienen un alto valor para las inmobiliarias.