Reunido con integrantes de la comunidad española en México –empresarios principalmente–, el presidente Enrique Peña Nieto ratificó: México no reconocerá ninguna decisión unilateral que defina la independencia de Cataluña.

El país “cree en el derecho internacional y habrá de observarlo plenamente’’, puntualizó.

Por tercera ocasión, el gobierno federal hace pública su intención de no aceptar la transformación del movimiento catalán en un país. Entre aplausos de la concurrencia, el mandatario subrayó: no podemos reconocer decisiones unilaterales que contravengan el orden legal.

Frente a las voces “que puedan discrepar, tengo que ser firme y categórico en la posición de México’’, estableció el presidente Peña Nieto. Por convicción profunda, añadió, el país siempre ha defendido la vigencia del derecho en las relaciones internacionales.

Un rasgo esencial de la verdadera amistad, dijo, “es desear el bienestar del otro; por eso hoy y siempre queremos seguir ampliando nuestros vínculos con una España próspera, unida y perdurable’’.

En un almuerzo servido en un restaurante de la zona de Polanco se puso de relieve el peso de las inversiones de capital español en México, con 59 mil millones de dólares acumulados en 5 mil 930 empresas de infraestructura, servicios, banca y energía, sobre todo.

Peña Nieto, quien ubicó la relación con España como de aliados estratégicos, de una amistad histórica, entrañable, definió como parte integral de la vida económica mexicana la operación aquí de grandes empresas ibéricas.

Además, hizo un recuento detallado del comportamiento de la economía mexicana y puso de relieve indicadores como la creación de empleos, el crecimiento del consumo interno, la disminución en la tasa de desocupación, las exportaciones, el turismo y el combate a la pobreza. Destacó: la economía del país ha tenido tasas positivas de crecimiento cada trimestre desde 2012, no obstante el escenario internacional complejo, adverso, incierto, no recuperado todavía de la crisis de 2008’’.

De acuerdo con el mandatario, hoy es mucho más “la población que regresa de Estados Unidos a nuestro país, en términos netos, de aquella que en búsqueda de oportunidades’’ decide ir a aquel país, y eso da cuenta de las oportunidades que se están generando en México.

En su explicación, los tres principios impulsores de las reformas estructurales diseñadas en esta administración federal son la equidad, la libertad y la prosperidad.

“Los cambios realizados han comenzado a dar frutos, y las cifras hablan por sí mismas. Más allá de quienes son opositores, detractores, críticos, vale la pena solamente revisar las buenas cifras, las positivas, que hablan de la transformación que México está experimentando’’, indicó.

Para dar su visión de la relación entre México y España, el Presidente aludió a los murales de Palacio Nacional, donde Diego Rivera presentó el pasado nacional como un mosaico de conquistas y caídas, de ideales e injusticias, de éxitos y errores.

Los colonizadores “mucho fue lo que derribaron y mucho también lo que construyeron’’; además, los siglos donde “fuimos parte de una sola entidad política del imperio español’’ y la fusión de elementos prehispánicos e hispánicos formaron la identidad de México, indicó el mandatario.

Luis Fernández-Cid, embajador de España en México, resaltó el carácter excepcional de los vínculos y la naturaleza estratégica de las relaciones bilaterales..

Valentín Díez Morodo, líder empresarial, ubicó a España como el segundo país en importancia por su participación en el número de empresas en México, y con su presencia aquí contribuyen a mejorar el nivel de vida y a eliminar gradualmente las desigualdades en nuestra sociedad.