Reunidos en un homenaje para las glorias olímpicas del taekwondo, para muchos un primer encuentro entre generaciones, los primeros medallistas añoraron la esencia del arte marcial que se ha perdido con la evolución de este depor- te, convertido en el principal generador de adeptos olímpicos y mundiales para México.

Técnicamente (el taekwondo) cambió mucho. A mi parecer y para los que pertenecemos a los años 70 y 80, el peto electrónico vino a desmerecer la potencia del combate; el punto para cimbrar al contrincante, entonces creo que perdió esa emotividad, consideró Mónica Torres, primera mexicana medallista olímpica, en Seúl 1988, cuando era disciplina de exhibición.

Sin embargo, tras el homenaje Torres apreció este primer encuentro con los máximos exponentes del presente encabezados por María del Rosario Espinoza, la triple medallista olímpica y doble mundial, lo que logró gracias a su adaptación a los nuevos sistemas de competencia.

Mónica, quien al igual que los demás pioneros no se aleja del todo, confió en que esos sistemas habrán de asentarse. “Parece ser que se va a volver a modificar el reglamento y que va a retomar esa esencia del taekwondo, porque no hay que olvidar que es un arte marcial, entonces es fuerte y el punto es cimbrar.

Estas generaciones básicamente se han entrenado para capturar puntos: la parte marcial, a mi juicio, se ha perdido, añadió Torres, quien subió con bronce a los podios de Seúl 88 y Barcelona 92, y comenta que: Más allá de las medallas, mi mayor logro es haber abierto brecha a las mujeres.

Torres Amarillas se mostró emocionada por el reconocimien-to que por primera vez reunió a los 10 medallistas olímpicos, y des-tacó que las autoridades deben seguir apoyando a las generaciones actuales, porque son el ejemplo de los jóvenes, de los niños; finalmente esos héroes son los que se quedan en la memoria.

Fue precisamente esa motivación la que experimentó María Espinoza, nacida en noviembre de 1987, el año en el que Mónica Torres competía en su primer Campeonato Mundial y ganaba bronce en la edición de Barcelona 87.

“Así como hoy soy el ejemplo para muchos practicantes, varios de ustedes, como Víctor (Estrada, bronce en Sydney 2000), Iridia y Óscar (Salazar, bronce y plata en Atenas 2004) y Memo Pérez (oro en Pekín), me motivaron para que yo siguiera su ejemplo”, dijo María en la ceremonia.

Manuel Jurado, Enrique Torroella, Mónica Torres, Dolores Knolle y William de Jesús (medallistas en Seúl y Barcelona), me tocó que me lo platicaran porque yo estaba muy chiquita, recordó la sinaloense, la más vitoreada por la comunidad en el homenaje, en el que también fueron reconocidos árbitros y ex dirigentes de la Federación Mexicana de Taekwondo.

El acto, que tuvo lugar en un hotel de esta ciudad, fue restringido para algunos ex miembros del organismo no gratos para la presente administración, a los que se les impidió la entrada al salón, lo que derivó en que varios convocados y medios de comunicación se quedaran afuera.