El investigador advierte posible desvío de recursos públicos para campañas
Viernes 20 de octubre de 2017, p. 18
El desorganizado proceso de financiamiento para la reconstrucción ante los daños causados por los sismos, alentado deliberadamente desde el gobierno federal, es un escenario ideal para la corrupción, el desvío de recursos públicos para las campañas electorales e incluso para que los grandes consorcios empresariales, algunos de ellos ligados a ramos asociados a la reconstrucción, conviertan los donativos y la tragedia en un gran negocio, advirtió el investigador y dirigente de Nosotrxs, Mauricio Merino.
Durante el seminario Poder, corrupción e impunidad, Merino subrayó que la reconstrucción se está instrumentando sin la planeción necesaria para una tragedia de esas dimensiones, sin calcular los recursos públicos y privados que se requieren y sin conocerse la ruta origen-destino de los mismos.
Al demandar la creación de un solo fondo que acote la discrecionalidad de este millonario gasto, alertó que su descontrol pondría en riesgo las elecciones de 2018, porque se podrían involucrar esas partidas en la contienda y abusar del uso clientelar de la reconstrucción.
En tanto, el ex consejero del desaparecido Instituto Federal Electoral Jesús Cantú indicó que vivimos un periodo de siembra de corrupción política, donde se manipulan los programas sociales con fines clientelares o donde los donantes privados financian en aras de incidir en las políticas posteriores en su beneficio. Hablamos no sólo de los grandes consorcios empresariales, sino también del narcotrafico.
Merino cuestionó el deliberado proceder gubernamental de mantener el proceso de reconstrucción sumido en el caos, sin definición clara del costo ni planeación, porque en este escenario existe una mayor posibilidad de rentabilidad política.
Cuestionó que una parte importante de la atención a la emergencia y reconstrucción se haya canalizado a través del Fondo Nacional para Desastres, pues es una de las partidas donde la Auditoría Superior de la Federación ha realizado mayores observaciones por la discrecionalidad con que se ejercen los recursos. Subrayó que en esta desorganización existe el riesgo de que se contamine el proceso electoral e ilícitamente se transfieran a las campañas electorales recursos que eran para ayudar.
Cantú advirtió de las paradojas de la vinculación de recursos privados en campañas electorales, que suelen ser una forma de garantizar políticas afines a los intereses privados, en una clara expresión de corrupción, pues estas partidas circulan en aras de que les devuelvan el favor.
Explicó que la corrupción política no se circunscribe a individuos, sino a verdaderas estructuras donde hay connivencia y complicidad para, en ejercicio de abuso de poder público, se incurran en prácticas para beneficiar clientelas políticas. Se podrán cumplir todas las leyes o las reglas de operación de programas sociales pero aun así se encuentran formas para utilizar los recursos públicos en favor de un partido, sostuvo.