Mazatlán, Sin.

Unas cien mujeres, integrantes de colectivos contra la violencia de género, encararon a legisladores del Congreso de Sinaloa para exigir alto a los homicidios de jóvenes y niñas como Melanie, asesinada el lunes pasado en su casa, y los 68 feminicidios cometidos este año en la entidad.

En el recinto legislativo, exigieron que la directora del Instituto Sinaloense de las Mujeres, Reyna Araceli Tirado Gálvez, se retracte de sus declaraciones acerca de que las activistas han usado como bandera política los feminicidios y la declaratoria de alerta de violencia de género para obtener beneficios para las elecciones de 2018.

Convocadas por el movimiento No se metan con nuestras hijas, lamentaron el crimen de Melanie, estudiante del Centro de Estudios Tecnológico Industrial y de Servicios, quien fue asesinada en Mazatlán, y exigieron que cesen los crímenes contra niñas y adolescentes.

¡Basta a la violencia, ya no queremos vivir con miedo!, ¿qué esperan, que nos sigan matando? En Mazatlán matan a niñas, allá están reclamando justicia y de no hacerlo se harán justicia por su propia mano. ¿Qué esperan para hacer algo?, reclamaron a los diputados.

Natalia Reyes Andrade, del colectivo Mujeres Activas de Sinaloa, afirmó que desconocen lo que las autoridades hacen respecto de las metas planteadas en marzo pasado en la declaratoria de alerta de género en Ahome, Culiacán, Guasave, Mazatlán y Navolato, mientras la violencia contra mujeres va en aumento.

El rector de la Universidad Autonóma de Sinaloa (UAS), Juan Eulogio Guerra Liera, se sumó al reclamo de justicia por las mujeres asesinadas y exigió que se esclarezca el caso de Jovana Sarahí Mendoza Osuna, estudiante de bachillerato en Navolato, cuyo cadáver fue hallado el pasado 12 de octubre en un canal de riego.

Jovana desapareció el 4 de octubre, presuntamente cuando salió de la preparatoria Navolato de la UAS y un grupo de hombres armados la amenazó para que abordara un vehículo.

Según familiares, días después la buscaron sin obtener resultados hasta que fue encontrada sin vida en poblado La Michoacana, cercano a Culiacán.