París.

La legendaria actriz francesa Danielle Darrieux falleció el martes pasado a los 100 años, tras haber participado en más de un centenar de filmes en ocho décadas interpretando a la mujer ultrafemenina.

Su estado de salud se había degradado un poco, después de haber sufrido recientemente una caída, indicó ayer su compañero, Jacques Jenvrin, quien señaló que la actriz, quien había cumplido 100 años en mayo, murió en su casa, en el noroeste de Francia.

Arquetipo de la belleza femenina de su generación, rubia y delicada, su inicio de carrera fue muy precoz; a los 14 años rodó en la película de Billy Wilder Curvas peligrosas.

Sus papeles, marcadamente cómicos en sus primeros años, fueron evolucionando hacia otros más dramáticos.

Hollywood la aclamó en la película romántica La sensación de París, de 1938. Pero no tardó en aburrirse de la meca del cine y al cabo de un año rompió su contrato con los estudios Universal para regresar a Francia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, DD, como era conocida por sus siglas, siguió trabajando bajo la ocupación nazi, incluso para Continental, estudio de producción dirigido por los alemanes y radicado en París, por lo que fue tachada de colaborar con el enemigo.

Además, formó parte de un famoso viaje a Berlín en 1942, junto con otros actores franceses. Más adelante, justificó haber aceptado la invitación por que quería ayudar a su esposo de la época, el diplomático y playboy dominicano Porfirio Rubirosa, quien acababa de ser detenido por los alemanes sospechoso de espionaje.

Vivió el final de la guerra bajo arresto domiciliario, en una lujosa estación de deportes de invierno en los Alpes franceses.

Tras la Liberación por los Aliados, Darrieux, también conocida como La prometida de París, siguió encadenando éxitos, especialmente bajo las órdenes del cineasta francés Max Ophuls, en cintas como El placer, La ronda y Madame de.

Me encanta esta película, dijo la actriz respecto de esta última, en una entrevista en 1997. Es la única que miro con verdadero placer. Debería estar completamente enamorada para desprender tales vibraciones.

También participó en Operación Cicerón, de Joseph Mankiewicz, y encarnó a la reina de España en Ruy Blas, de Jean Cocteau.

Formó parte del reparto de la célebre Las señoritas de Rochefort, de Jacques Demy, en la cual interpretó a la madre de las dos hermanas gemelas, papeles a cargo de Catherine Deneuve y Françoise Dorléac.

A sus 50 años seguía haciendo papeles de mujer elegante y divertida y trabajando asiduamente en la gran pantalla y el teatro.

Más recientemente, rodó en Ocho mujeres, de François Ozon, y en 2007 prestó su voz para el filme de dibujos animados Persepolis, nominado al Óscar a mejor película extranjera.