El poeta Enrique González Rojo (Ciudad de México, 1928) se presentó en la edición 17 de la Feria Internacional del Libro (FIL) en el Zócalo, en el foro Javier Valdez, donde leyó una selección de 13 poemas de su autoría, que hablan de varias etapas de su vida, así como otros con cierta carga social y unos más con humor.

Espero que la presente lectura de poemas de diferentes épocas salidos de mi pluma, traiga consigo ciertas virtudes balsámicas, en medio del terremoto que hemos vivido, de este feroz movimiento de las placas tectónicas del infortunio, dijo el escritor antes de dar lectura a su obra.

Como estoy lejos de atribuirle la desgracia a la naturaleza o la mala suerte, y estoy convencido de la responsabilidad del sistema sociopolítico en que vivimos, y de un grupo de individuos corruptos que no deben gozar de nueva cuenta de la consabida inmunidad, espero que haya algo en mi poesía que convoque a la organización y la lucha, apuntó.

Confío en que la autogestión espontánea que irrumpió, como en 1985, en medio de las ruinas, como un luminoso ejemplo de solidaridad desinteresada, logre convertirse en un movimiento más duradero y con objetivos políticos más claros y profundos.

Ojalá, destacó González Rojo, que la autogestión espontánea devenga autogestión organizada y consciente.

Decena de epigramas

González Rojo comenzó su lectura con un par de textos biográficos, el poema titulado Inventario y 10 textos breves reunidos con el título Epigramario.

Enrique González Rojo el domingo pasado durante su participación en la edición 17 del encuentro editorial que se desarrolla en el Zócalo de la Ciudad de México, donde leyó varias de sus obras, en un acto organizado por la Brigada para Leer en LibertadFoto Marco Peláez

El primero, explicó, es un poema sobre los acontecimientos, las pasiones y los intereses del poeta, en este caso de mí mismo. Al terminar compartió con el público 10 epigramas marcados por el humor.

Si el humor es conveniente, el erotismo es imprescindible, comentó para a continuación dar lectura al poema titulado De cómo ha de realizarse una caricia.

Después del erotismo, bromeó, paso a una de las instituciones no muy optimistas: el matrimonio, con el poema Casi sin parpadear.

La mitología griega habla de la creación, no en el sentido cristiano, de pasar de la nada al universo, sino del tránsito del caos al cosmos. O sea del desorden al orden. En el desorden predominaban los seres extraños, los animales insólitos, un bestiario fantástico, y también los andróginos, explicó González Rojo.

De ahí la escritura del poema Hermafrodita, que alude al hijo de Hermes y Afrodita y que el autor también leyó.

El recital poético, que formó parte de la programación de la Brigada para Leer en Libertad, incluyó los textos Afirmación, Pólvora seca, Edad de crecimiento, Ojo de cerradura (en el que se pregunta qué hay dentro del poema, no en la epidermis); Lo que guardo debajo de mi almohada, Sin más tesis que la síntesis y Che, como un homenaje al revolucionario Ernesto Guevara, a 50 años de su captura y asesinato en Bolivia.