El estreno mundial de la obra Suite de colores, de Ariel Haber (1991); la Sinfonía número 1 en Do Mayor, de George Bizet (1838-1875), y Danzón número 2, de Arturo Márquez integraron el programa que interpretó ayer la Orquesta Escuela Carlos Chávez en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), a beneficio de los damnificados del sismo del 19 de septiembre.

Bajo la batuta de Eduardo García Barrios, los jóvenes, que buscan convertirse en músicos profesionales mediante un programa académico de licenciatura de alto rendimiento, deleitaron al público que acudió al concierto con donativos de artículos de primera necesidad, como latas de verduras, atún, frijoles, azúcar, sal, café, leche en polvo, así como objetos de higiene personal y ropa.

Antes de la presentación de la agrupación académica, García Barrios expresó que a pesar del dolor y la tragedia, el ser humano tiene la infinita capacidad de crear la vida misma y, desde luego, la música es parte de la vida.

Con la presencia del joven artista Ariel Haber, el concierto comenzó con la interpretación de Suite de colores, formada por nueve breves piezas.

La obra de Haber, quien la dedicó a sus compañeros de agrupación, está basada en el simbolismo de nueve colores: azul, amarillo, rojo, negro, gris, blanco, verde, morado y anaranjado.

Los movimientos de Suite de colores hacen alusión a la nostalgia, a la naturaleza, a la infancia y sus juegos, a los sueños, a la pasión, al ritual, a la oscuridad y al vacío.

La composición de Ariel Haber es emocionalmente diversa y con influencias musicales de varias épocas, desde la que hacían los antiguos gregorianos hasta otros más contemporáneos, como blues y salsa.

La Orquesta Escuela Carlos Chávez eligió la Sinfonía número 1 en Do Mayor, la cual consta de tres movimientos –allegro vivo, adagio, minueto y allegro vivace–, porque el compositor creó innovadoras melodías de extraordinaria belleza, y logró un color orquestal único, según se explica en el programa de mano.

Disfrute y baile

Las asistientes del concierto, que disfrutaron del acto musical en la sala Blas Galindo, al finalizar éste tuvieron la oportunidad de bailar al ritmo de Danzón número 2, de Arturo Márquez. La fiesta se armó y comenzaron a aplaudir a los jóvenes, quienes en el aula y en sus presentaciones dan su mayor esfuerzo.

La Orquesta Escuela Carlos Chávez recibió una gran ovación del público, misma que agradecieron con la repetición del Danzón número 2.

La gente que quiera corroborar la calidad de los jóvenes músicos y al mismo tiempo ayudar a los afectados del sismo, puede asistir hoy al segundo concierto, en el Auditorio Blas Galindo, a las 18 horas.