La economía reportó en el tercer trimestre del año un crecimiento menor al previsto, lastrada por una caída en la producción de petróleo y menor actividad en la construcción, las cuales tuvieron mayor impacto que los sismos de septiembre, comentaron analistas este viernes.

El producto interno bruto (PIB) creció 1.7 por ciento, menor a 2.6 por ciento previsto, anticipó el área de análisis de Santander, a partir de los datos sobre la producción industrial publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En términos anuales, la producción industrial se contrajo en agosto 0.6 por ciento. Al interior de esta actividad, la minería tuvo una tasa negativa de 9.6 por ciento –y en particular la de petróleo bajó 10.8 por ciento–; la construcción cayó 1.5 y la electricidad, gas y agua disminuyó 0.5 por ciento anual. En cambio, la producción manufacturera mostró un desempeño positivom con crecimiento de 3.1 por ciento anual.

Es decir que los resultados fueron mixtos, con mayor debilidad a la esperada en minería, construcción y electricidad, pero mejor a lo esperado en las manufacturas.

De esta manera, ocurrió un comportamiento desfavorable de la minería (incluye petróleo), en electricidad, gas y agua, así como en construcción durante el tercer trimestre del año, muy por debajo de lo que originalmente se había previsto, sobre todo respecto a la producción de petróleo, dijo Santander. A esto tendrá que considerarse además un efecto negativo por los fenómenos naturales de septiembre.

En tanto, Citibanamex consideró que la producción industrial seguirá débil en los meses siguientes, debido el lastre petrolero y la relativa debilidad de la construcción.