Analiza ante senadores los distintos escenarios de la negociación con EU y Canadá
Miércoles 11 de octubre de 2017, p. 7
México ‘‘es mucho más grande que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)’’, y sólo se seguirá en el proceso de negociación de ese acuerdo ‘‘si así le conviene al interés nacional’’, definió el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, al comparecer ayer ante el pleno del Senado.
Insistió en que México ‘‘debe estar preparado para distintos escenarios que puedan resultar’’, desde abandonar la la negociación o salir del tratado. En este último caso, no es el fin del mundo, pero sería ‘‘un punto de quiebre en las relaciones entre México y Estados Unidos’’ y la disponibilidad de continuar con la cooperación en otros ámbitos, como seguridad y migración, se vería ‘‘seriamente afectada’’.
Sería una ingenuidad –recalcó el canciller– ‘‘pensar que el resto de la cooperación se mantenga igual’’ con el vecino país. ‘‘Así se lo hemos hecho saber al gobierno de Estados Unidos’’ y es una variable que la administración de Donald Trump ‘‘tiene que tomar en cuenta’’.
El funcionario rechazó cuestionamientos de los legisladores de PAN, PRD y PT-Morena sobre una política exterior subordinada a los intereses de Estados Unidos y una respuesta débil ante las amenazas de Donald Trump.
Sostuvo que no debe malinterpretarse la buena voluntad y el ánimo constructivo de los negociadores mexicanos del TLCAN, ‘‘con una decisión de abandonar las causas y los intereses de nuestro país. No estamos negociando el tratado en las redes sociales o a través de Twitter, lo estamos haciendo con profesionales, actuando de buena fe y así seguiremos’’.
Entre aplausos de los legisladores del PRI, Videgaray reiteró que México no pagará de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia un muro que se construya a lo largo de la frontera. ‘‘No es una postura de negociación ni una posición de México. Es parte de un principio fundamental de dignidad y de soberanía nacional”, dijo.
Panistas y perredistas continuaron con sus críticas, y en ese contexto la senadora del blanquiazul Laura Angélica Rojas sacó a relucir la invitación a Trump al país cuando era candidato presidencial, y la perredista Angélica de la Peña demandó una política exterior que refleje los intereses de las mayorías y no sólo los de la élite o la minoría gobernante.
El caso extremo fue el de Layda Sansores, del bloque PT-Morena, quien acusó al presidente Enrique Peña Nieto y al canciller Videgaray de servilismo, de arrastrar a México ante Donald Trump y dijo: ‘‘A todos los funcionarios les arriman platos con caca y es opcional entrarle o no, y usted cuando mantiene una actitud servil está dispuesto a comérselo todo’’.
Hubo expresiones de molestia entre varios legisladores y Videgaray les pidió mantenerse ajenos a ese tipo de expresiones, ‘‘por respeto a ambos’’.
De entrada, respondió a Sansores que se expulsó al embajador de Corea del Norte para proteger a Japón y otros socios de la región Asia-Pacífico, y advirtió que el presidente Peña Nieto está enfrentando los muy complejos retos actuales ‘‘con inteligencia, dignidad y patriotismo’’.
Además, reclamó a la senadora que se les acuse de servilismo ‘‘cuando vamos públicamente en la ONU (Organización de las Naciones Unidas) contra la posición de Estados Unidos, cuando se estrechan relaciones con Cuba o cuando se impulsa el Tratado de Desarme Nuclear. O cuando México es el primer país de América Latina en sostener que es insostenible una intervención militar en Venezuela’’.
Videgaray expuso que México ha expresado su preocupación por la ruptura del orden democrático en ese ‘‘país entrañable’’, pero rechaza cualquier tipo de solución distinta a la negociación.
Anunció que a invitación del gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición, acompañará ese proceso de reconciliación en Venezuela. Dio a conocer la carta que le envió el canciller Jorge Arraeza, en la que le pide participar como país acompañante, ‘‘seguro de que se producirá en el marco del más absoluto respeto a la soberanía venezolana’’.