Lo sustituirá el financiero madrileño Javier Monzón; caída de valor corporativo y bursátil
Miércoles 11 de octubre de 2017, p. 24
Madrid.
Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa –empresa editora del periódico El País y propietaria de Santillana, la Cadena Ser y Cinco Días, entre otros– será sustituido el próximo viernes por el consejo de administración, que nombrará como su sucesor al polémico financiero madrileño Javier Monzón. Los principales accionistas de la multinacional española finalmente decidieron cambiar al histórico Cebrián, que desde su llegada a la presidencia de la compañía en el año 2008 ha sufrido una importante merma en su valor corporativo y bursátil.
Cebrián, de 73 años, es uno de los ejecutivos españoles con más influencia y mejor salario –algo más de 13 millones de euros anuales. Su nombramiento como presidente de Prisa vino precedido por una amplia trayectoria en el mundo de la comunicación y el periodismo, que inició en la etapa final de la dictadura franquista (1939-1976), en la que ocupó importantes cargos en la Televisión Pública Española (TVE), de la que fue jefe de los servicios informativos en plena época de la censura y la ausencia de libertad de expresión.
Durante la transición se situó como uno de los principales abanderados del periodismo español emergente, para lo cual se asoció con el empresario editorial Jesús de Polanco y otros hombres de negocios e intelectuales para fundar el periódico El País, que a la postre se convirtió en el buque insignia de Grupo Prisa. Este consorcio, que tiene intereses en los sectores impresos, editorial, audiovisual y radiofónico, tuvo su momento de esplendor en la década de los 90 y principios del siglo XXI, cuando su presidente era Jesús de Polanco y se inició una expansión ambiciosa en varios países de América Latina, incluido México –donde compró la mitad de las acciones de W Radio– y Colombia –Radio Caracol.
Con el fallecimiento de Polanco, también fundador de la editorial Santillana, asumió el cargo Juan Luis Cebrián, logró incluso situarse como máximo responsable de la corporación por encima de los hijos y sobrinos del empresario. Pero con su llegada a la gestión de Prisa también iniciaron los problemas más graves del consorcio, ya sea por la crisis del sector de la prensa escrita como por la mala gestión bursátil, que llevó al Grupo Prisa a perder más de 90 por ciento de su valor accionario en menos de un lustro y tener que negociar año con año su abultada deuda financiera, que actualmente supera los mil 500 millones de euros.
La enorme deuda y la pérdida de poder de los accionistas fundadores de Prisa provocaron la incorporación como accionistas de referencia a una parte de los bancos acreedores y a otros empresarios que buscaban penetrar en el sector, como el mexicano Roberto Alcántara, dueño del grupo Herradura, y la familia real qatarí, que controla algo más de 8 por ciento de la compañía. Además de la familia Polanco (por medio de Rucandio SA, con 17.52 por ciento), el fondo Amber (15.88), Telefónica (13.05), el banco HSBC (9.56), Caixabank (4.90) y Santander (4.14 por ciento).
Precisamente este grupo de accionistas, la mayoría del sector financiero, es el que decidió sustituir a Cebrián por el empresario Javier Monzón, ex presidente de honor del grupo Indra e involucrado en un escándalo en el que se descubrió el mal uso que supuestamente hacía de un jet privado.