La captura la realizarían veterinarios sólo si el ejemplar no está muy alterado
Detalla el líder del proyecto que pasarían 48 horas en albercas equipadas con varios monitores y luego llevadas a un corral marino para que se reproduzcan
No se escatiman esfuerzos, indica
Viernes 6 de octubre de 2017, p. 32
San Felipe, BC.
En la lucha por salvar a la vaquita marina del peligro de extinción, ayer llegaron al país los cuatro delfines entrenados por la Armada de Estados Unidos para ubicar a los últimos ejemplares de dicha especie, que serían guiados a una reserva especial con el fin de propiciar su reproducción en cautiverio.
Durante un recorrido por la zona para conocer detalles sobre este proyecto, Lorenzo Rojas, uno de los científicos encargados de llevarlo adelante, explicó que se trata de cuatro delfines –llamados Andrea, Fathom, Katrina y Splash– que recibieron un entrenamiento especial de la Marina estadunidense en la ciudad de San Francisco, alrededor del puente Golden Gate, orientado a localizar a otros animales.
La labor de estos cetáceos, explicó el investigador de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), consistirá únicamente en ubicar a las vaquitas marinas y avisarle
a sus entrenadores sobre el hallazgo mediante una serie de saltos.
Entonces, una flota de tres embarcaciones, tripuladas por veterinarios especialistas en esta especie marina, se dará a la tarea de llegar hasta donde se encuentran las vaquitas, navegar en círculos en torno a ellas y evaluar si es viable capturarlas o no.
El factor que lo determina es el estrés: si los ejemplares se encuentran demasiado nerviosos, únicamente se les coloca en el cuerpo un dispositivo para monitorear su viaje –si es que su estado de salud lo tolera– y después se permite que sigan en libertad.
En caso de que la vaquita esté tranquila en el momento de ubicarla, los encargados del proyecto la capturan y la llevan a una estación terrestre ubicada a las faldas del cerro del Machorro, en la comunidad de San Felipe, Baja California, donde pasan 48 horas bajo observación médica para analizar su comportamiento y verificar si se alimentan adecuadamente.
Ahí, los animales son mantenidos en albercas de plástico adaptadas especialmente para albergarlos, equipadas con filtros de agua y aire, además de equipos de ultrasonido, rayos X y monitores de respiración y ritmo cardiaco con el fin de evitar cualquier complicación en la salud de las vaquitas.
Para trasladar a los especímenes –que pueden pesar hasta 30 kilos– ningún cuidado es excesivo. Los veterinarios involucrados en el proyecto utilizarán camillas especiales construidas para minimizar el ruido, las vibraciones y cualquier otro estímulo que pueda estresarlas.
Si todo sale bien, indicó Ricardo Rebolledo, de la organización Animal Care, las marsopas serán llevadas a una especie de corral
marino de 45 metros de diámetro, ubicado a 1.5 millas náuticas de distancia de la playa, donde se les mantendría por tiempo indefinido, con el objetivo de que se reproduzcan en cautiverio.
Esta es la fase que podría llevar más tiempo, dado que las vaquitas únicamente tienen una cría cada dos años, afirmó Lorenzo Rojas, quien destacó que nunca antes se había intentado un programa de tal magnitud para salvar a una especie marina en peligro de extinción.
Los delfines encargados de ubicar a los últimos ejemplares de este cetáceo endémico del Alto Golfo de California –según cálculos oficiales, únicamente quedan 30– sólo trabajarán
dos horas al día, y el periodo de búsqueda abarcará del 11 de octubre al 11 de noviembre.
Ayer, los titulares de la Sermarnat y de la Secretaría de Marina, Rafael Pacchiano y Vidal Soberón, respectivamente, inauguraron en San Felipe una estación naval de búsqueda, rescate y vigilancia, que ayudará a realizar cualquier tarea para proteger a la vaquita marina.
Ambos funcionarios destacaron que la utilización de delfines forma parte de una estrategia conjunta en la cual no se escatimarán recursos para salvar a esta especie en peligro de extinción, que tiene en el Alto Golfo de California su único hogar en el mundo.