Instalarán equipos de alta tecnología en la brecha ubicada entre Acapulco y Zihuatanejo
El temblor más reciente de magnitud considerable en esa zona ocurrió hace más de 100 años
Viernes 6 de octubre de 2017, p. 14
Un equipo de científicos de instituciones de México y Japón instalarán equipos de alta tecnología sismológica para estudiar la llamada brecha de Guerrero
, ubicada entre Acapulco y Zihuatanejo, zona donde el último sismo de gran magnitud ocurrió hace más de 100 años.
Raúl Valenzuela, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las instituciones del país que participan en el proyecto, señala que ese gran sismo habría ocurrido en 1911, por lo que se puede considerar que ya se trata de un periodo suficientemente largo como para hacernos temer que un sismo importante se generará en la región
.
Sin embargo, Valenzuela aclaró que el movimiento telúrico de aquel entonces no se registró con un sismógrafo, debido a que no se tenía este instrumento en la región, sino que se basa en reportes históricos. Tampoco hay garantía absoluta de que el epicentro fuera ahí
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Aun así, dijo que antes de 1911 se desconoce cuándo ocurrió un terremoto anterior, por lo que no se puede predecir si el intervalo de recurrencia de un gran sismo en la brecha de Guerrero
es de cada 100, 200 o 400 años o más.
En un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, se señala que los científicos no cuentan con datos estadísticos suficientes para incluso determinar si existen tales intervalos de recurrencia.
Pero de ser así y si se acumula energía en esa brecha temporal, hay una forma de medirla que se está desarrollando mediante una investigación conjunta entre México y Japón, que determinaría con un poco más de certidumbre si ese gran sismo ocurrirá o no.
Para dicha investigación, el Instituto de Geofísica de la UNAM, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la Universidad de Kyoto y las agencias japonesas de Cooperación Internacional y de Ciencia y Tecnología han puesto en marcha un proyecto dentro de la Alianza para la Investigación en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (Satreps, por sus siglas en inglés) de Japón.