Las Vegas.

El asistente del entrenador del equipo de hockey sobre hielo de la Universidad de Las Vegas, Nevada, Nick Robone, es uno de los cerca de 500 heridos que asistían a un concierto de música country en dicha ciudad y que fueron tiroteados por un hombre desde el hotel Mandalay Bay, lo que dejó al menos 58 muertos.

Los deportistas, algunos nacidos en Las Vegas o visitantes frecuentes, como los boxeadores que protagonizan sus grandes carteleras en esa ciudad, reaccionaron conmovidos. Algunos incluso vivieron el ataque.

Mike Timlin, ex pelotero y entrenador de Grandes Ligas, fue uno de los asistentes al concierto y logró salir ileso, aunque contó que había vivido un infierno.

La tenista británica de origen australiano y ex número uno del mundo Laura Robson estaba también allí. Al principio parecían fuegos artificiales, pero después todo mundo empezó a correr, escribió en redes sociales.

Estrellas del deporte en Las Vegas y todo Estados Unidos estaban atónitas y tristes.

No dejemos que el odio nos domine. Seamos amables unos con otros, escribió el ex campeón de los pesos pesados Mike Tyson, quien vive en esa urbe. Sin palabras, recen por mi hogar, indicó el estadunidense Vashti Cunningham, campeón olímpico 2016 de salto de altura.

El orgullo por Las Vegas es profundo cuando has nacido y crecido en una gran ciudad como esta. No puedo comprender el terrible hecho, tuiteó Bryce Harper, beisbolista de los Nacionales.