Primera y última llamadas
an sólo transcribo lo que Juan Carlos Domínguez contestó a una amiga angustiada cuando le preguntó: ¿Qué pasa los días 19 de septiembre?
Su respuesta envuelve lo que ocurrió en ésos insólitos días.
¿Qué pasa los días 19 de septiembre?
¿Qué nos quieren decir Dios, la vida o la Madre Tierra?
Un pesimista diría que es un castigo divino.
Un optimista, que es un regalo del cielo.
Un creyente, que es una prueba de fe.
Un ateo, que sólo es una casual manifestación natural.
Un agnóstico, que eso escapa a nuestro entendimiento.
Un pragmático, que es una coincidencia de la naturaleza.
Un mexicano, que cada cierto tiempo necesitamos la oportunidad de demostrarle al mundo de los que estamos hechos.
De inspirar a la humanidad, tal como lo han hecho todos los que pasaron por esta tierra.
¿Cuál de todos eres tú?
Este 19 de septiembre me quedo con el amor de quienes salieron a las calles a rescatar la vida.
Me quedo con la fraternidad de los que se parten el cuerpo y el alma por aquellos que no conocen.
Me quedo con el valor de los que saben que pueden acabar con el sufrimiento.
Me quedo con la energía de aquellos que pueden desafiar a la muerte, a costa de su propia vida.
Me quedo con la fe de los que creen que pueden ganarle a la tierra.
Me quedo con la fuerza que da la esperanza.
Me quedo con la hermandad que se siente en el ADN.
Me quedo con el orgullo y el grande honor de saberme mexicano.
Por todo ello, te pido mexicano, que cada 19 se septiembre no tengas miedo, porque tienes la certeza de que otro mexicano cuidará de ti, como hoy y hace 32 años, lo hemos hecho entre hermanos.