Con la implementación del programa Escuela al Centro y del Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela (SATE) se corre el riesgo de generar una rutinización y burocratización como parte de los efectos no deseados de impulsar transformaciones que son avasalladoras por su amplitud, pero que acaban por perder en profundidad, advirtieron especialistas al participar en la tercera sesión del Seminario La reforma educativa: avances y desafíos.

La actividad convocada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), fue encabezada por el subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño Cantú, quien destacó los avances alcanzados en su implementación, entre ellos, dijo, la existencia de una nueva generación de directores, ya que poco más de 13 mil 600 han obtenido su nombramiento de forma reciente, y quienes, dijo, son un área de oportunidad para la innovación.

Entre las cifras que dio a conocer, destacó que 2 mil 500 escuelas, participan en el piloteo del programa de Autonomía Curricular, de las cuales mil 500 se ubican en Ciudad de México.

Indicó que en breve se publicará un acuerdo secretarial para fortalecer la descarga administrativa de las escuelas, que contempla, entre otros aspectos: ventanillas únicas a escalas federal y estatal; transferencia de información a otras instancias de los sistemas como Prospera; planeación de las solicitudes y plazos mínimos; sustituir los trámites en papel por información electrónica, y generar retornos de información en la escuela.

Francisco Miranda, director de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE, advirtió de los focos rojos que enfrenta la Secretaría de Educación Pública en el proceso de implementación de Escuela al Centro y del SATE, que aún se encuentra en su fase de diseño. Agregó que se debe revisar la propuesta de autonomía de gestión escolar, pues advirtió que se corre el riesgo de que se interprete como un proceso de abandono de las responsabilidades del Estado.

Por su parte, Oralia Bonilla, presidenta del consejo directivo de Innovación y Asesoría Educativa, advirtió que en cualquier proceso de innovación es necesario reconocer el carácter de la escuela como bien nacional, pero también se requiere conocerla profundamente, pues no sólo se trata de una unidad pedagógica, tiene otras facetas, como la administrativa, laboral y política.

Indicó que si bien conocer las cifras y los avances de los programas es importante, en general se privilegian los logros sobre los desafíos, lo que no ayuda a mejorar la implementación de las políticas educativas.