Iguala, Gro.

Unas mil personas marcharon por esta ciudad para exigir justicia por la represión ocurrida hace tres años, cuando la policía y el crimen organizado dieron muerte a tres y desaparecieron a 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. La protesta transcurrió bajo la vigilancia de informantes o halcones de la delincuencia organizada, y de cientos de agentes antimotines ubicados discretamente en distintos puntos de la ciudad.

Desde el martes medios de comunicación locales se unieron a una campaña de desprestigio contra la protesta de ayer, en la que acusaban que los padres de los desaparecidos ocasionarían disturbios, lo que motivó que se suspendieran labores en el ayuntamiento.

La manifestación partió después de las 16 horas y se hizo sin contratiempos ni actos violentos.

Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, comentó que a tres años apenas va 30 por ciento de la investigación y se han detenido a 180 personas. Eso no representa avances. Ese universo de detenidos está fincado sobre la confesión de cinco personas, que fueron torturadas y son los que declaran, y sobre esa declaración se construye una ruta.

El problema, añadió, es que esas 180 personas nos llevan al basureo de Cocula, pero esa línea hoy está muy endeble. Además de los peritajes científicos del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) y de los antropólogos argentinos, que nos dicen que no hubo fuego en el basurero de Cocula. Por eso se crearon las otras cuatro rutas de investigación.

Rosales Sierra comentó que no hay confianza en que la PGR dé una respuesta a esas cuatro líneas de investigación antes del 15 de octubre.

En Chilpancingo, unos 500 integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero marcharon para que las autoridades presenten con vida a los 43 estudiantes.