Washington.

El presidente estadunidense Donald Trump dijo que habló con el dueño de los Vaqueros de Dallas, Jerry Jones, en medio de sus ataques verbales a jugadores de la NFL por hincarse durante la entonación del himno nacional antes de los partidos.

Trump tuiteó el miércoles que un día antes había hablado con Jones. Jerry es un ganador que sabe cómo hacer las cosas. ¡Los jugadores se pondrán de pie por el país!, escribió el presidente.

El lunes por la noche, Jones y sus jugadores se arrodillaron, con los brazos cruzados, antes de la entonación del himno. Luego se pusieron de pie cuando empezó la canción previa al partido contra Arizona. Jones ha expresado públicamente su respaldo a Trump.

El presidente ha pasado varios días criticando a los jugadores que se hincan, gesto que comenzaron un puñado de jugadores, siguiendo a Colin Kaepernick, entonces mariscal de los 49ers de San Francisco, quien se arrodilló cuando sonaba el himno nacional para protestar contra la desigualdad racial en Estados Unidos y la violencia policial contra la comunidad afroamericana.

En respuesta a las críticas de Trump, cientos de jugadores de la NFL empezaron a sentarse, arrodillarse, cruzar los brazos o quedarse en el camerino durante el himno. El presidente reclamó a la NFL y a las franquicias que sancionaran a los jugadores que se arrodillaran en protesta; además, llamó hijos de puta a los que no escucharan de pie el tema.

Ante las palabras del mandatario, numerosos jugadores se sumaron a las protestas. En total, cerca de 200 solamente en los 14 partidos del primer domingo de competición.

Algunos analistas estadunidenses han señalado que es extraño que mientras la actualidad internacional está bastante agitada, con Estados Unidos involucrado en varios frentes: desde las amenazas de guerra a Corea del Norte, la posibilidad de rescindir el acuerdo nuclear con Irán o incluso, ya a nivel interno, la reforma del sistema de salud, Trump esté enfrascado en un escándalo con la NFL, al que se han sumado en apoyo a los jugadores la NBA.