En medio de la tragedia que asola al país, los partidos políticos, con miras al proceso electoral de 2018, se disputan la paternidad de una propuesta de recorte al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del próximo año, para destinarlo a un fondo de reconstrucción.

Ayer el Frente Ciudadano por México, integrado por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, inscribió en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional que según Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado permitiría recabar 60 mil millones de pesos.

Los tres enviaron un mensaje de solidaridad a la sociedad afectada y acusaron al PRI y al gobierno federal de la corrupción imperante. No obstante, al preguntarles sí ellos tienen autoridad moral para colocarse como alternativa política, después del departamento en Miami de Barrales y los más de 300 millones de pesos de la fortuna inexplicable de la familia de Anaya, se desencajaron ante el ssssss de los reporteros presentes en la concurrida rueda de prensa.

Descompuesta, Barrales emprendió una respuesta de su nivel. Adujo que el ciudadano no tiene confianza en algunos medios de comunicación que se prestan a hacer el juego al gobierno federal. Y Anaya, con el rostro enrojecido y una sonrisa socarrona, fue más inteligente e ignoró la pregunta.

En una oferta de recursos, que obviamente serán públicos en tu totalidad, el PRI ya se había adelantado a los frentistas en inscribir en la agenda política su propuesta de recorte al gasto de los partidos para destinarlo a la reconstrucción. Desde la tribuna, el coordinador César Camacho expuso también –como hicieron los dirigentes del citado frente– su pesar por los efectos del sismo del 19 de septiembre:

Tras la desgracia, cada minuto se multiplican las lecciones de amor a la patria; ante la catástrofe la única solución somos nosotros, las y los mexicanos sin mezquindades, sin cálculos electorales, sin egoísmo, con absoluto sentido de responsabilidad; herederos de una solidaridad histórica, sabemos que debemos trabajar como siempre, por México, por la gente que lo merece todo.

Y se adelantó a sus opositores, pues, dijo: “hemos decidido ir a fondo (…) vamos a cambiar un mecanismo de financiamiento a los partidos para que su actividad no cueste nada a los ciudadanos”. Y amplió su propuesta: sugerimos bajar de 500 a 300 los integrantes de esta Cámara y de 128 a 64 en el Senado, y 400 diputados locales.”

La propuesta del priísmo para conformar el fondo de reconstrucción ascendería a 6 mil 800 millones de pesos en prerrogativas estimadas para los partidos políticos del año próximo.

Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, expuso el plan de austeridad del Frente Ciudadano por México, que implicaría una reforma a la Constitución, con el propósito de atender la crisis que hoy viven miles de mexicanos, mediante un recorte de trabajadores en el gobierno, haciendo economías por 60 mil millones de pesos.

“Menos privilegios o eliminación de privilegios a la clase política, quitando seguros de gastos médicos y de vida. Menos burocracia, suprimiento también hasta en 50 por ciento el personal contratado por honorarios. Reducción de la mitad de empleados con cargos de jefe de departamento y secretarios, subsecretarios equivalentes en otras dependencias.

Igualmente anulación de oficinas alternas de servidores públicos, teléfonos celulares, oficinas, viáticos, vehículos, etcétera, así como un fuerte esquema de disciplina presupuestal que permita a la Cámara de Diputados tener control parlamentario.