A una semana del sismo de 7.1, en el colegio Enrique Rébsamen, donde murieron 19 niños y cuatro adultos, las autoridades no tienen claro si los edificios contaban con la ‘‘seguridad estructural y el visto bueno en su operación’’ para albergar a los 400 estudiantes de prescolar, primaria y secundaria matriculados, pese a los documentos con los que se cuenta.

Ayer, la jefa de la delegación Tlalpan, Claudia Sheinbaum, dio un reporte detallado de los expedientes administrativos con los que cuenta y aseguró que actualmente las normas de construcción no permitirían que una escuela tuviera una casa habitación en el techo de los salones.

Detalló que los permisos para la construcción de un jardín de niños y departamentos de cuatro niveles en dos predios de la calle Rancho Tamboreo números 11 y 19, datan de 1983.

Sin embargo, en dichos documentos –que se fueron modificando por el cambio de las normas– no hay reportes que determinen el inicio de la construcción de la casa propiedad de la directora, Mónica García Villegas, de la cual se presume que su peso podría haber generado que el edificio se viniera abajo y quedaran atrapados niños y maestros.

Además, los directores responsables de obra (DRO) en julio 2014, Juan Mario Velarde Gámez, y luego en junio de 2017, Juan Apolinar Torales Iniestra, avalaron la seguridad estructural del inmueble luego de que el primero llevó a cabo pruebas de carga con costales de arena para certificar que el edificio no tenía problemas y soportaría la construcción de la escuela.

Incluso, el DRO Juan Apolinar Torales firmó la responsiva del inmueble sin describir que en el último piso había una vivienda, y certificó que cumplía con lo establecido en el ordenamiento de construcción.

Sobre si los documentos son apócrifos, la delegada Sheinbaum señaló que hasta el momento su administración no ha detectado la referida irregularidad y aclaró que la regulación en los usos de suelo es competencia directa del Instituto de Verificación Administrativa y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. No obstante, expuso que en 2010, durante la administración de Higinio Chávez, por denuncia vecinal se hicieron unas ‘‘clausuras’’ porque se alertó que se estaba construyendo la referida casa sin manifestación de construcción.

En 2014, ya con Maricela Contreras, según precisa la actual jefa delegacional en Tlalpan, está registrado en el expediente jurídico que se subsanaron las anomalías, sin precisar cuáles fueron éstas, y se hizo el pago de una multa, por lo cual –dijo– sigue el expediente en regla.

Asimismo, reconoció que en julio de 2017, ya en su administración, se hizo una visita de prevención a la escuela para dar el visto bueno de seguridad y operación tras faltar algunos aditamentos, así como el programa interno de protección civil, entre otros, y se les dio un plazo de tres meses para hacer el requerimiento el cual, aseguró, estaba vigente.

Sin embargo, ante lo sucedido y para comprobar que la construcción no es irregular, Sheinbaum solicitó a expertos del Colegio de Ingenieros de México realizar un dictamen para verificar si se contaba con los requisitos establecidos en la ley y con ello garantizar la seguridad de los niños.

La delegada advirtió finalmente que en caso de encontrar irregularidades presentará las denuncias penales contra quienes resulten responsables.