El momento de sensibilidad que se vive en el país, debido a los daños causados por los recientes sismos, resulta ser bastante oportuno para retomar la campaña en contra del grito homofóbico que se escucha en la mayoría de los partidos de futbol de la Liga Mx, consideró Héctor Salinas, encargado del área de diversidad sexual en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

El autor del libro ¡Eeeh, puto! destacó que precisamente en esta época en la que “nadie se atrevería a hacer un chiste sobre las personas que están sufriendo, pues sería una crueldad impresionante, hay que reflexionar: ¿por qué hacemos bromas sobre quienes viven una condición sexual no sólo un día, sino toda su vida?

Si estamos sensibilizándonos en esto, hagámoslo también en otros aspectos, debemos percatarnos de que hay otras realidades que existen siempre y a las cuales hemos discriminado permanentemente; es el momento ideal para cambiar formas de pensar.

No obstante, el catedrático advirtió que el mensaje emitido con el propósito de erradicar el alarido que la afición lanza en cada despeje del portero rival sólo será efectivo “si se maneja de manera correcta.

Los momentos difíciles siempre pueden convertirse en un problema o en una ventana de oportunidad. Si esto no se sabe conducir, podría ser que justamente, estando todos tan sensibles, la afición piense que la están limitando, pero si se maneja bien, el público podría entender que es una expresión que molesta y que ofende a alguien. Por el momento que estamos pasando, creo que se comprendería que es hora de cambiar el grito.

Asimismo, subrayó que las acciones que se emprendan “tendrían que hacerse con un énfasis muy educativo, pues no se trata de que la gente no vea futbol, ni de evitar que se apasionen o que participen.

Lo único que se pretende es cambiar el chip, en lugar de decir ¡eeeh, putoo!, se puede gritar por ejemplo ¡eeeh, Méxicoooo!, u otra palabra que sea positiva y que dé aliento, consideró.