Domingo 24 de septiembre de 2017, p. 23
La escala Richter ya no se emplea para definir a los sismos, ni se usan grados para medir su intensidad , explicó Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Lo adecuado es determinar su magnitud. Por ejemplo, el sismo del 19 de septiembre tuvo una magnitud de 7.1. Así, sin más agregados.
La magnitud de un sismo es un número que describe el tamaño de un movimiento y la energía que libera. Se mide en una escala logarítmica, de tal forma que cada unidad de magnitud corresponde a un incremento de raíz cuadrada de mil, o bien, de aproximadamente 32 veces la energía liberada.
Es decir, un temblor de magnitud ocho es 32 veces más grande que uno de siete, mil veces más intenso que uno de seis, 32 mil veces más fuerte que uno de cinco, y así sucesivamente.
Las mediciones actuales son comparables con las que se ha- cían con la escala Richter, que fue desarrollada por Charles Francis Richter en 1935 en el Instituto de Tecnología de California.
“Pero –detalló la especialista– para medir los sismos ya no se usan los mismos factores, metodologías ni instrumentos que con la escala Richter. Por ello ya no le llamamos así”.
Si se quiere hablar técnicamente de las mediciones que reporta el SSN se tendría que decir que se usa la magnitud de momento MW. Hay como 20 formas de medirla. Esta es la que usamos en el sismológico
.
Ya no se habla de grados ni de escala Richter. Sólo de magnitud.