Los escombros del edificio de 12 pisos fueron removidos con maquinaria, dijeron
nos sacó de Petén jalándonos del brazo, acusan rescatistas
Sábado 23 de septiembre de 2017, p. 11
Aunque la víspera el gobierno federal fue enfático respecto a seguir en la búsqueda y rescate de sobrevivientes, máquinas de diversos tipos fueron utilizadas ayer para remover escombros de lo que fue un edificio de 12 departamentos y una tintorería en la calle Petén de la delegación Benito Juárez.
Horas antes había esperanza de hallar algún rastro de vida, como marcaron
los perros y datos obtenidos con aparatos de última generación de la brigada de Israel. A las 8:45 de la noche del jueves, el equipo de búsqueda detectó señales de lo que podría ser un celular, hundido en algún punto de la plasta de concreto. Eso significaba, en opinión de un especialista, que quizá alguien se haya quedado en un hueco, quizá en el cubo de la escalera o el elevador. Hay esperanza
.
Pero justo al cumplirse 72 horas del terremoto, personal de la policía de investigación de la procuraduría capitalina llegó a imponer su estrategia. La acción fue calificada de acto prepotente por rescatistas y especialistas en el manejo de maquinaria –nos sacaron jalándonos del brazo
– que afectó, afirman, la estrategia de la Marina, el Ejército, los topos y la Cruz Roja.
Tampoco se permitió la continuidad del trabajo de militares españoles que llegaron la noche del jueves.
El capitán Juan Carlos Peñas, al mando del equipo visitante, trató de entender por qué el movimiento de máquinas. “Una vez que han pasado ya más de 72 horas, y encima no encuentran nada, cuanto antes metan la máquina, pues…”, señaló el especialista en emergencias urbanas.
–Pero tienen que encontrar los cadáveres –se le plantea, pues tres residentes están todavía en calidad de desaparecidos: Nunila y María Eugenia Valderrábano, del departamento 102 (primer piso), y el señor Miguel, empleado de la tintorería (planta baja).
En principio –explica con paciencia el mando español, ya que los oficiales mexicanos no dan información a la prensa– “(se mete la maquinaria) porque los perros primero detectaron y luego no han detectado, o sea, que a lo mejor no están ahí (los desaparecidos). Y si están, no hay forma (de que haya vida).
Y si están, están tan profundos y tan atrapados que el perro no los ha detectado. Y para dar con ellos, a lo mejor te tienes que tirar 10 días, porque tienes que ir sacando piedras y metiendo cámaras para ver por dónde puedes entrar sin que se caiga todo
.
El capitán Peñas es parte de los grupos extranjeros que, pese a los desplantes, sigue a la orden de la ayuda que se requiera en alguno de los 44 inmuebles colapsados de la capital del país.
¿Y los Lance?
Siguen pasando las horas y los vecinos de la colonia Emperadores se acercan ansiosos a consultar la información sobre la suerte que corrieron los habitantes de los 12 departamentos del edificio Petén.
Una mujer mayor y su hija se preguntan: ¿Y los Lance?
Se refieren a la familia del departamento 201. Los coordinadores del campamento de ayuda escribieron: Juan Lance Roca (fallecido), Margarita Roca Urrea (fallecida), José Antonio Lance (fallecido)
. Las mujeres se toman del brazo y se alejan cabizbajas.
La pareja de médicos del 301 salvaron la vida gracias a que estaban fuera de la ciudad.
Hasta abajo se lee: Tintorería: Miguel (desaparecido), Victoria (fallecida), Hugo (vivo). Mantenimiento: Florencia (vivo)
. En total, 21 personas se salvaron, siete murieron y tres estaban hasta anoche en condición de desaparecidas.
Don Miguel no alcanzó a salir. Se metió al fondo a apagar la caldera del negocio
, cuentan residentes del edificio de enfrente, ahora damnificados.