Las cuatro torres de la Catedral Metropolitana están lastimadas, pero no hay daños mayores en el resto del histórico edificio ni existe riesgo para los miles de personas que acuden a visitarla, informó a La Jornada Raúl Delgado Lamas, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura federal.

El funcionario explicó que luego del sismo del día 19, se vino abajo la Esperanza, escultura que forma parte de una trilogía (las virtudes teologales), la cual se ubica en el cubo del reloj, creada en el siglo XIX por Manuel Tolsá.

También se dañó la cruz del remate que se ubica hacia la calle de Moneda. En la cúspide del templo, uno de los más significativos de la Ciudad de México, se encuentran además las figuras que representan la Fe y la Caridad, esta última también resultó con fracturas y tendrá que ser retirada con grúa, dijo Delgado.

El acceso a las cuatro torres será cerrado a los turistas mientras se desarrollen las labores de limpieza, retiro de escombros y apuntalamiento, trabajos que se solventarán con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

La instrucción es y ha sido siempre que ningún templo considerado patrimonio histórico sea demolido cuando sufra daños, añadió el arquitecto.

“Tenemos experiencia acumulada; los sismos de 1985 nos dejaron lecciones, pero también los temblores de julio de 1999, los de Colima. Son situaciones a veces dolorosas, pero que nos fortalecen porque nos da más experiencia y anima más investigación.

“Cuando hay daños en el patrimonio nunca se considera la demolición, así lo indica la ley. Respecto de los daños a diversos templos históricos les informo que están de pie, con vida. Vamos a reconstruirlos, restaurarlos, ponerlos en función de nuevo.

El patrimonio en México establece un binomio con su comunidad. Los templos son refugio, alivio, punto de encuentro, y deben seguir siéndolo en el futuro. Ninguno se debe derrumbar. Ese es uno de los grandes valores de México, que nuestro patrimonio tiene sentido. Están lastimados, pero de pie, insistió el director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.

En la Ciudad de México, otros recintos que sufrieron afectaciones son las iglesias de Santo Apóstol Tlatelolco, San Bernardino, La Profesa, Capilla de San Marcos, Santa Catarina; las parroquias de Nuestra Señora de los Ángeles (colonia Guerrero), la de San Gregorio y la Antigua de Indios, así como los templos de Santa Catarina, de Santo Domingo (en el Centro Histórico), El Pocito y de San Bernardino de Siena.

Murales de la UNAM, intactos

Por otra parte, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) difundió en un comunicado que un grupo de expertos inspeccionó los inmuebles del campus universitario, incluido el patrimonio artístico.

Al respecto, en el dictamen se determinó que ninguno de los edificios tienen daños estructurales ni existe peligro de colapso.

Algunas fachadas exteriores de los inmuebles del campus central, patrimonio de la humanidad, tendrán que ser reparadas siguiendo los protocolos que para estos bienes marca la normatividad correspondiente y su restauración se incorporará al plan de manejo integral del campus. Pero estos daños en las fachadas de ninguna manera representan riesgos estructurales a la estabilidad de las edificaciones.

Precisó que ninguno de los murales en Ciudad Universitarios sufrieron daños con motivo del sismo. Las obras de artistas como Siqueiros y Eppens ya eran objeto de conservación. Además de que los recintos históricos a cargo de la UNAM no sufrieron daños de importancia.

El Museo Tamayo Arte Contemporáneo tampoco sufrió daños a causa del terremoto del día 19, confirmó ayer en entrevista con La Jornada, Juan Andrés Gaitán, director del recinto.

Dijo que tanto la estructura del inmueble como sus contenidos artísticos resultaron intactos durante y después de ese fenómeno natural y adelantó la posibilidad de reabrirlo al público el martes 26.