Apenas habían pasado 24 horas del sismo en esta capital y los asaltos, robos y rapiña hicieron su aparición.

Ya sea en los puntos donde hubo edificios derrumbados o en calles aledañas, los amantes de lo ajeno no dejaron pasar la oportunidad de apoderarse de algo que no les pertenece.

El miércoles, en el centro de acopio de Álvaro Obregón, en la colonia Roma, se llenó una camioneta de víveres para los damnificados, sin saber adónde llevarían la ayuda.

Mientras, en las colonias Condesa e Hipódromo, a dos personas les quitaron su equipo fotográfico y una bicicleta, y en la Roma un rescatista denunció el hurto de una cámara térmica con la que los topos detectan vida bajo los escombros, en Álvaro Obregón 286.

En Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, supuestos verificadores ingresaron a domicilios para robar. La Secretaria de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia reforzaron la vigilancia en zonas afectadas, con 2 mil 500 policías y 2 mil unidades.

Después de dos días de esperar a que rescataran a su hermana Guadalupe de los escombros de la empresa química Cencon, que se ubicaba en la calle de Puebla 282, a Leticia Rojas García le informaron esta tarde que la habían localizado, pero al acudir al Instituto de Ciencias Forenses (Incife) para reconocerla, se encontró con la amarga noticia de que no era el cuerpo de su familiar.

De acuerdo con el testimonio de Leticia, los elementos de la Marina no le permitieron reconocer el cuerpo de su hermana en la zona donde fue rescatada, sólo se limitaron a darle un número de folio para que fuera a reclamar el cuerpo al Incife.