Especialistas en atención a la infancia advirtieron que la exposición a imágenes y contenidos en los que se replicó cientos de veces el desplome de edificios, el colapso de una escuela y el salvamento de personas sepultadas en los escombros, puede generar un impacto emocional severo en niños y adolescentes.

Destacaron que ante una tragedia que nos afectó a todos, se deben aplicar mecanismo de contención de la ansiedad, y considerar que para los alumnos el sismo también implicó la pérdida de la escuela como un espacio que consideraban seguro. Por eso es tan importante que se garantice que regresan a planteles en buenas condiciones estructurales, y promover que narren sus experiencias y expliquen cómo se sienten.

Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y secretario ejecutivo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Niños, Niñas y Adolescentes, y Nashieli Ramírez Hernández, directora de Ririki Intervención Social, señalaron en entrevistas independientes que ante una tragedia como la que enfrenta el país se debe brindar a los menores apoyo emocional y darles muestras de afecto.

Afirmaron que sin importar la edad que tengan, niños y adolescentes han tenido un impacto emocional tras los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre. Estar expuestos a imágenes televisivas o de redes sociales sin tener un adulto al lado que les explique qué está ocurriendo y genere confianza y seguridad, no es algo que ayude a superar la ansiedad y temor que pueden estar sintiendo, afirmó Ramírez.

Los especialistas destacaron que con el regreso a clases anunciado por la Secretaría de Educación Pública se debe dedicar tiempo para explicar a los alumnos qué ocurrió, reconocer la tragedia y la pérdida de vidas, pero también dar espacio a que narren sus experiencias y emociones, que vean en la solidaridad actos positivos frente a la adversidad, sin que esto implique llevarlos a zonas de desastre.

Volver a la rutina, agregaron, es muy importante para iniciar un proceso de recuperación y recomendaron tratar de mantener los horarios habituales para sus actividades cotidianas.

Subrayaron que en el caso del Colegio Enrique Rébsamen, donde se tiene un saldo importante de muertes, de adultos y menores, se debe explicar qué paso, porque durante casi 48 horas se tuvo prácticamente en vilo a la sociedad mexicana e internacional, con un resultado insólito, luego que las autoridades reconocieran que en realidad no se tenía ninguna niña que rescatar dentro de los escombros, lo que para muchos menores pudo generar mayor temor e incertidumbre.