La fragmentación del hábitat de los jaguares que ha ocasionado escasez de comida y ríos contaminados son algunos de los temas planteados por la bióloga Diana Friedeberg en su libro K’iben de la selva, dirigido a niños y jóvenes.

La investigadora explica, en entrevista con La Jornada, que ese relato trata sobre la importancia de los jaguares en el medio ambiente. El libro es un llamado a tomar acción para que los niños se involucren más en la conservación ecológica y les interesen más esos temas.

El libro K’iben de la Selva, con ilustraciones de 13 artistas –entre los que figuran Pedro Friedeberg, Mari Carmen Hernández y Carmen Gutiérrez–, se presentó hace unos días en la sede del Seminario de Cultura Mexicana.

Ahí también se escenificó K’iben de la selva, obra basada en el libro de Diana Friedeberg.

Esa obra, con la que su autora incursiona en la literatura, narra la historia de K’iben y B’atami, dos jaguares que nacieron en la selva Lacandona, en Chiapas.

La madre de los felinos les enseñó las habilidades necesarias para sobrevivir y convertirse en ágiles depredadores. También les transmitió la sabiduría del jaguar, para que entendieran cuán importante es su presencia para preservar el equilibrio de su hábitat.

La autora explica que el vocablo maya K’iben significa mensaje, así que el libro es un mensaje de la selva que pide ayuda a través del jaguar.

Con estudios de biología en la Universidad de Boston, Massachusetts, en el texto, Diana Friedeberg explora los principales problemas a los que se enfrentan los felinos salvajes, como es fragmentación de su hábitat.

“Los animales necesitan un territorio muy amplio para cubrir sus necesidades, para distribuirse y como son territoriales no pueden compartir hábitat los machos, una hembra con un macho está perfecto, pero los machos necesitan su propio territorio y su hábitat se está fragmentando porque hacemos carreteras, zonas turísticas y cada vez más los ganaderos convierten esta zona en campos de cultivo, así que estamos destruyendo su hábitat.

El conflicto jaguar-ganado

“Otro problema –prosigue Diana Friedeberg– es el que llamamos el conflicto jaguar-ganado y esto le sucede al personaje del libro, K’iben, porque al llegar los ganaderos y destruir áreas de la selva, cazar a las presas que usualmente alimentan al jaguar, los felinos al carecer de alimento se comen a las vacas y el ranchero, molesto, mata al jaguar.”

Para la bióloga es muy importante que la sociedad entienda y respete la dinámica natural de los ecosistemas, pues como superdepredadores, la presencia de los jaguares en la jungla es imprescindible para mantener la salud del medio ambiente. Y como directora de la organización Panthera México, trabaja en proyectos para la preservación de los felinos.

“El libro es para niños y adolescente, pero el tema es verídico; es lo que pasa a diario con los jaguares. En la historia, como el personaje de K’iben se encuentra en el zoológico, conoce a una niña que decide luchar por los jaguares y otros animales de la selva”, explica.

Diana Friedeberg detalla que Panthera México es una organización no gubernamental comprometida con la conservación de felinos en peligro de extinción a escala mundial y en Latinoamérica trabajan en la conservación de jaguares con base en la Iniciativa del corredor jaguar.

Tiene presencia en 14 países latinos y busca conectar las poblaciones aisladas de jaguares mediante corredores biológicos, añade la investigadora.