Saúl Canelo Álvarez desnudó un mito la noche del sábado en Las Vegas. Es decir, lo exhibió en su apariencia, demostró que el kazajo Gennady Golovkin no es infalible –a pesar de que el combate cerrado terminó en empate–, considera José Chepo Reynoso, entrenador del peleador tapatío.

Ese empate le pareció injusto al equipo del pelirrojo. Más allá de la tarjeta disparatada que dio uno de los jueces –118-110 para Canelo–, Chepo considera que su pupilo se graduó en la Arena T-Mobile.

Demostró que Golovkin no es invencible y también que no es tan letal como se dijo tanto tiempo, resalta Reynoso un día después de la pelea; “desnudó el mito que hicieron de Triple G, bueno, un entrenador (Ignacio Beristáin) incluso dijo que podía terminar la carrera de Canelo, que podía noquearlo, ¡qué barbaridad! Pero ya vimos que no”.

Para el entrenador lo más evidente fue la efectividad del Canelo para esquivar golpes. Dejó en ridículo a Golovkin, dice satisfecho; había que ver su cara de frustración cada vez que no podía conectar.

De acuerdo con la página Compubox, Golovkin superó en contactos con 218 golpes de 703 que lanzó, frente a los 169 que asestó Canelo de 505 envíos. Aunque el mexicano supera en golpes de poder con 114 de 272 ante los 110 de 342 del kazajo.

Chepo admite que el único reclamo que puede hacerse al Canelo fue que debió tirar más golpes.

“Abel Sánchez (entrenador de Golovkin) dijo que Canelo se la pasó corriendo”, recuerda Chepo; Golovkin no pudo pegarle, porque el boxeo también significa el dominio de la defensa.

Además,Golovkin lleva una década peleando en la división, ya está acostumbrado a la pegada de ese peso, explica; “Canelo digamos que debuta en ese peso y lo hizo de maravilla, demostró que pega y aguanta a rivales en esa categoría”.