El Partido Acción Nacional (PAN) llegó a su 78 aniversario con la brújula perdida, la institucionalidad debilitada y una mala conducción de la dirigencia nacional, señalaron por separado Luis Felipe Bravo Mena y Juan Miguel Alcántara Soria, panistas de larga trayectoria, quienes recomendaron el diálogo para resolver las pugnas por la candidatura presidencial y que ello no derive en una fractura.

Por lo que hace a la conformación del frente ciudadano, el segundo dijo que tal como está concebido es un traje hecho a la medida de Ricardo Anaya, dirigente nacional del blanquiazul y aspirante a Los Pinos, mientras el primero defendió el mecanismo y consideró que no hay nada de raro que un instituto político como Acción Nacional se coaligue con la centro izquierda moderada, como ha ocurrido en Chile o Alemania.

En política se puede juntar el agua y el aceite si hay un proyecto superior, puntualizó Bravo Mena, ex dirigente nacional del blanquiazul.

Al hacer una evaluación de cómo llegó el PAN a sus 78 años de existencia el pasado 15 de septiembre, destacó aspectos positivos, como el hecho de que arriba bien posicionado a las elecciones presidenciales de 2018 y se ha convertido en una institución arraigada en el escenario político.

Sin embargo, advirtió que en los últimos años se ha generado un fenómeno de dispersión, de grupos y facciones, en el que la vida institucional se ha debilitado. Estimó necesario recuperar ese aspecto, lo que no implica que haya disciplina acrítica, sino debate ordenado y con camaradería, como se hizo en el pasado.

En entrevista con La Jornada, el ex senador y ex candidato a la gubernatura del estado de México también estimó que el PAN tiene que regresar a ser cauce de ciudadanía y hacer de lado grupos de interés.

En medio de la lucha por la postulación a Los Pinos y la división entre anayistas y calderonistas que puede derivar en la expulsión de cinco integrantes del segundo grupo, Bravo Mena rechazó que la actual sea la peor crisis en la historia de esta fuerza política. Un momento de muy dura confrontación se registró en 1976 cuando ni siquiera se pudo postular candidato presidencial, recordó.

No obstante lo anterior, el actual fiscal anticorrupción del panismo dijo que no es cosa menor lo que ahora sucede, por lo que debe atenderse el fondo de la situación que está creando tensión y resolverla a través del diálogo.

Con una visión más dura del PAN, Alcántara Soria estimó que este instituto perdió la brújula que el fundador Manuel Gómez Morín les legó.

El propósito era formar ciudadanía para que ésta, consciente de sus derechos, se apropiara de la cosa pública. Pero, en lugar de eso, el partido se volvió electorero; es decir, ha buscado ganar elecciones con quien sea y como sea, incluidos ex priístas con fama pública reprochable, señaló el ex procurador de Guanajuato.

Además de dicho problema, resaltó que Acción Nacional está mal conducido por un dirigente que lo ha secuestrado, monopolizado sus recursos, sus espots y se ostenta como el único vocero y representante. Sumado a ello, ha puesto al PAN en riesgo de división.

Para evitar que se profundice la pugna, tenemos que apostar por que haya reservas de inteligencia y buena voluntad y se construyan las condiciones que hagan factible el diálogo, subrayó Alcántara Soria, quien se ha manifestado en favor de la candidatura presidencial de Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón.

Más adelante, Luis Felipe Bravo Mena criticó a quienes desde otros partidos políticos arremeten contra el frente integrado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena y también aspirante presidencial, dice que no se junta agua y aceite, pero él se está juntando con empresarios que antes criticaba, perredistas que repudiaba y priístas que calificaba de mafia. Por su lado, los del PRI se refieren al frente como una alianza antinatura, cuando ellos se han coaligado con el Partido Verde y otras fuerzas políticas. En el fondo, agregó que se critica este mecanismo por el potencial que tiene.