as cenizas del célebre diseñador de moda francés, Yves Saint Laurent, se encuentran en una sencilla tumba de un cuadrado de cemento con una columna en la ciudad de Marrakech, en Marruecos.

La influencia de Saint Laurent marca un antes y un después en el mundo de la moda. Fue Saint Laurent quien introdujo el smoking, sacos y pantalones, revolucionando el vestuario femenino. Saint Laurent es y será sinónimo de elegancia, estilo y modernidad.

En los jardines de Majorelle, al norte de la capital marroquí, se encuentra una especie de oasis con exótica vegetación, cactus, bambús gigantes y especies botánicas de diferentes partes del planeta.

Originalmente creados en 1924 por el pintor francés Jacques Majorelle, fueron adquiridos en los años sesentas por la pareja Bergé-Saint Laurent.

Hoy en día albergan un bello jardín en el cual se ve reflejado el refinado gusto del diseñador, caminos serpenteantes, predominando el azul cobalto, un museo con grabados del diseñador, una tienda con artículos de lujo, un museo de arte berebere y un exclusivo salón de té.

El reciente fallecimiento en París de Pierre Bergé, a los 86 años, empresario y mecenas francés, viudo del célebre diseñador Yves Saint Laurent, ha traído al mundo de nuevo a la memoria aquella relación que marcó una revolución en el mundo de la moda.

Saint Laurent no hubiera sido lo que fue sin el hombre que durante cinco décadas estuvo a su lado y que tras la muerte del diseñador, en 2008 –a los 71 años– continuó defendiendo y propagando la herencia del genio de la moda. La fundación Bergé-Saint Laurent cuenta con valiosas piezas de alta costura, accesorios y dibujos del diseñador.

Bergé preparaba la apertura de dos nuevos museos que mostrarían al mundo el legado de Saint Laurent. Uno en París y el otro en la ciudad amada por ambos, Marrakech, donde la pareja se instaló en la villa dentro de los jardines de Majorelle.