Londres.

La policía británica arrestó este sábado a un hombre de 18 años en la ciudad de Dover, al sureste del país, por su presunta implicación en el atentado con bomba en el Metro de Londres el pasado viernes, informó la policía británica, Scotland Yard.

Las autoridades londinenses afirmaron que mantienen una actividad abierta sobre la posibilidad de la existencia de otros sospechosos implicados en la explosión que dejó 30 heridos en lo que fue el el cuarto atentado de este año en Gran Bretaña.

El acto, perpetrado con un artefacto de fabricación casera y calificado de terrorista por la autoridad, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Hemos hecho una detención importante en nuestra investigación esta mañana, anunció el jefe de la unidad antiterrorista, Neil Basu. La policía del condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, detuvo a un sospechoso de 18 años, en la zona portuaria de Dover en relación con actos terroristas, precisó.

Los restos de la bomba siguen siendo analizados por expertos forenses, de acuerdo con la policía, que no comentó sobre la información de la prensa británica sobre el supuesto fallo del retardador de la bomba o el hecho de que el artefacto contenía clavos y TATP (peróxido de acetona), un precursor explosivo utilizado por los yihadistas.

La estación del Metro Parsons Green volvió a abrir sus puertas este sábado, mientras la conservadora ministra del Interior, Amber Rudd, planteó que era demasiado pronto para afirmar que el sospechoso estaba en la mira de de las autoridades, como aseguró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta de Twitter.

Este mensaje del presidente estadunidense fastidió a la primera ministra británica, Theresa May, quien le replicó instándole a no especular sobre una investigación en curso.

Por la tarde, la policía londinense investigó un domicilio de un barrio residencial de Sunbury-on-Thames, al suroeste de la ciudad, donde se desalojó el sitio y las viviendas de los alrededores. Autoridades implantaron un cerco policiaco en un radio de 100 metros, en el que no se efectuó ningún otro arresto, subrayaron las fuerzas del orden.

Recuento terrorista

Este atentado, el cuarto en seis meses en Reino Unido, fue perpetrado el pasado viernes en un vagón del metro londinense en una hora pico de la mañana en la estación de Parsons Green, ubicada en un barrio pudiente del suroeste de la ciudad de Londres.

Anteriormente, el 22 de marzo, un ciudadano británico conocido como Khalid Masood y cuyo nombre real era Adrian Elms, asesinó a cinco peatones con su vehículo en el emblemático puente londinense de Westminster, donde este atacante inspirado por el Estado Islámico fue acribillado por la policía, luego de apuñalar diez veces a un agente.

El 22 de mayo, un atacante suicida llamado Salman Abedi se inmoló en Manchester Arena luego de un concierto de la cantante Ariana Grande, en el acto murieron 22 personas y al menos 100 resultaron heridas, este atentado fue reivindicado por el EI.

En junio 3, la amenaza yihadista volvió a golpear Reino Unido cuando tres atacantes arrollaron con su vehículo y atacaron con armas blancas a los transeúntes en el puente de Londres.

Ante el temor a otro ataque inminente, las autoridades elevaron el nivel de alerta, por segunda vez en unos meses,de grave a crítico.

La primera ministra, Theresa May, anunció, en un mensaje televisado, el despliegue de militares en lugares claves no accesibles al público para permitir un incremento de la presencia policiaca en los transportes públicos.

De acuerdo con el más reciente recuento publicado por los servicios sanitarios, 30 heridos, ninguno de ellos de gravedad, fueron atendidos en hospitales, sobre todo por quemaduras. El balance pudo ser mucho peor, de acuerdo a la premier May, quien aseguró que este artefacto explosivo buscaba provocar enormes daños.