Si bien serán comicios competidos, el ruido en mercados será limitado
Domingo 17 de septiembre de 2017, p. 24
El proceso electoral del próximo año en México es uno de los riesgos geopolíticos que el país afrontará en 2018 junto con la transición de gobernador en Banco de México y la aprobación del presupuesto de 2018, señalaron analistas financieros.
Seguimos pensando que todavía es pronto para tener una visión del resultado electoral
, comentaron especialistas de Banorte, quienes remarcaron que de hecho, las encuestas todavía muestran un alto grado de indecisión entre la población.
En un análisis sobre el proceso electoral del próximo año y sus implicaciones en la economía del país los especialistas financieros estimaron que si bien se espera una elección competida el ruido en los mercados será limitado
.
El estudio destaca que la elección llama particularmente la atención pues muchas de las medidas derivadas de la reforma electoral de 2014 se pondrán en marcha por primera vez, como el hecho de que los diputados y senadores elegidos en 2018 podrían ser relectos; la posibilidad de que haya gobiernos de coalición y candidatos independientes; los cambios en el régimen de partidos; las nuevas disposiciones para el Instituto Nacional Electoral (INE) y las disposiciones respecto de las consultas
Entre las medidas de la reforma electoral que no se van a aplicar este año están los cambios en el proceso de elección tanto del presidente de la República como de los miembros del Congreso; y la ratificación del gabinete y elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.
El análisis de Banorte-Ixe refiere que al proceso electoral se sumarán dos procesos importantes: la transición de gobernador en el Banco de México y el proceso presupuestal de 2018.
En el primer caso, recordaron que el actual gobernador, Agustín Carstens, fue designado a finales del año pasado como gerente general del Banco Internacional de Pagos (BIS), cargo que ocupará a principios de diciembre, dejando la gubernatura del Banco de México a finales de noviembre.
Todavía existe incertidumbre respecto quién ocupará el lugar vacante, aunque en nuestra opinión la institucionalidad de la autoridad monetaria mexicana es sólida y la transición será ordenada
, comentaron.