Madrid.

En plena escalada de tensión entre Cataluña y España, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, arremetió de nuevo con dureza contra las fuerzas independentistas y alentó a los ayuntamientos que todavía no deciden si apoyarán o no el referendo de autodeterminación a tomar postura.

En Europa no dan crédito. No tenían apoyo y ahora tienen la repulsa y estupefacción de todos, que nos animan a garantizar que España sigue siendo lo que es: un estado de derecho donde la ley se cumple y se respetan las personas, dijo el mandatario. Su homólogo catalán, Carles Puigdemont, le respondió: La estrategia del miedo está fracasando y sigue la hoja de ruta para decidir el futuro el próximo primero de octubre.

Rajoy se reunió con militantes y dirigentes de su partido para explicarles su estrategia en el conflicto político más grave en años recientes, que podría cambiar la estructura del Estado español.

Reiteró: No habrá referendo y haré todo lo necesario para ello, porque es mi obligación. No voy a abdicar como presidente del gobierno y cumpliré lo más importante que me han encargado los españoles: preservar la unidad.

Asimismo, ofreció todo el apoyo del Estado a ayuntamientos y funcionarios que se nieguen a colaborar con la celebración del referendo, que actualmente depende, en gran medida, de si finalmente lo respaldan o no las grandes ciudades de la región, sobre todo Barcelona, cuya alcaldesa, Ada Colau, reclamó más garantías al gobierno catalán de que no habrá consecuencias para los funcionarios que apoyen la consulta.

Puigdemont confirmó que mantienen intacta su hoja de ruta y que el referendo se celebrará pese a amenazas. Contra más querellas y amenazas que envíen habrán más voluntarios y ayuntamientos comprometidos, porque nosotros no vamos a renunciar al derecho a la autodeterminación, que se ampara en las garantías humanas y a éstas no puede renunciar nadie, señaló.

La Guardia Civil registró un semanario catalán en busca de supuesta papeletas para el referendo. Al ser informados de la presencia policial en el sitio, un grupo de activistas por la independencia se concentró reclamando a gritos democracia y libertad. El cateo de la publicación El Vallenc se prolongó cinco horas y los agentes confiscaron la computadora del director, Francesc Fàbregas, así como documentación del medio. No hay derecho. No hemos hecho ningún delito. Y si tenemos que imprimir papeletas para ir a votar, nosotros las volveremos a imprimir, lamentó.